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El parque de vehículos de un país suele ser un indicador fiable del grado de desarrollo económico de un país. En España hay 627 vehículos en uso por cada 1.000 habitantes, es decir más de 6 por cada 10 personas, según datos más recientes de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA).
En el año 2000 por nuestro país circulaban alrededor de 17 millones de automóviles. Hoy son 25 millones. Hay muchos más coches, pero no porque haya más matriculaciones -más bien es al contrario- sino porque se acumulan más. Según datos de la DGT, el 43% de los automóviles tienen más de 15 años. El porcentaje era de apenas un 18,2% en 2005, durante el boom inmobiliario.
Muchos de los coches que aún circulan hoy por las carreteras se compraron en aquella época y no han sido repuestos. La realidad es que desde la crisis económica de 2008, y posteriormente con el azote de la pandemia de covid, la edad media de los automóviles no ha hecho más que aumentar, tal y como relata un reportaje de 'El Confidencial'.
En la mayor parte de municipios españoles ya hay más automóviles que niños. En algunos casos incluso hay más coches matriculados que personas. Ciertamente la causa de que haya pueblos en España, como Rozas de Puerto Real, que tienen censados hasta 31 coches por habitante hay que buscarla en intereses fiscales. Las grandes diferencias en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica que se paga según la localidad -que pueden llegar a variar un 800% de un sitio a otro- fomentan la creación de verdaderos paraísos fiscales para automovilistas y empresas de renting.
Pero hay otras zonas de la España interior con más coches que vecinos sin que haya una razón fiscal que lo justifique. Son vehículos con más de 15 años de antigüedad que recorren muy pocos kilómetros, pero las familias no se deshacen de ellos por si en algún momento los necesitan, por ejemplo para que lo conduzca el hijo cuando sea mayor. Además, teniendo en cuenta que el precio de los automóviles no hace sino aumentar -por ejemplo, un 8,2% entre 2022 y 2023-, muchos conductores aguantan más tiempo del que desearían para cambiar de coche. Mejor conservar que renovar.
Cada vez son más los coches que acumulan polvo en sus garajes. Sucede sobre todo en zonas rurales donde hay más población envejecida que sigue dependiendo del automóvil para realizar muchas gestiones. Es la paradoja de una España vaciada de personas pero medio llena de coches que apenas se usan.
Y tampoco podemos olvidar que la crisis de la vivienda empuja a la gente que tiene hijos a vivir más lejos, a alejarse de la ciudad, lo que necesariamente hace que aumente el número de coches. Por ejemplo, en los pueblos de la sierra de Madrid o los municipios que rodean la A6 la ratio puede llegar a cuatro vehículos por familia. Lo que está claro es que cada vez estamos más cerca de la ratio un español, un automóvil, con los problemas que eso conlleva. Y además, con coches cada vez más envejecidos, ni más ni menos que como el propio país.