Ahorrar hoy es la mejor forma de asegurarse un futuro económico más holgado, y cuando se tiene todo el tiempo del mundo para disfrutar de la vida, no es cuestión menor disponer de una situación financiera que te permita ciertos caprichos mientras puedas, y una atención de primera en caso de que lo necesites.
En los mercados se ofrecen una gran variedad de productos de ahorro, entre los que se encuentran los planes de pensiones, y los planes de ahorro asegurados, PPA. Son productos similares, pero existen algunas diferencias que es preciso tener en cuenta a la hora de decidirse por uno otro.
Tanto los planes de pensiones como los PPA son productos de ahorro a largo plazo cuyo objetivo es el de acumular un ahorro que sirva como complemento de la futura jubilación. Sin embargo, la ley permite en ambos casos el rescate en otro tipo de situaciones, como enfermedad grave, incapacidad o desempleo de larga duración.
Hay una diferencia importante en las posibilidades de rescatar estos productos de ahorro. Un PPA puede ser rescatado cuando han pasado 10 años desde la primera aportación, a contar desde el 1 de enero de 2015, que es cuando entró en vigor la nueva normativa. Los planes de pensiones no contemplan esta posibilidad de rescate.
Existe una diferencia formal entre ambos productos. Los PPA son seguros de vida ahorro lo que proporciona una doble cobertura: por un lado, parte de la prima cubre el riesgo de fallecimiento y/o invalidez, mientras que el resto del dinero pagado se destina a un sistema de ahorro para obtener una renta o capital cuando llegue la jubilación.
Mientras que el plan de pensiones se instrumentaliza en uno o varios fondos de pensiones, es un producto finalista con un objetivo único, constituir este mismo capital de renta a través de aportaciones periódicas y extraordinarias.
La gran ventaja de los PPA es que suelen tener una rentabilidad garantizada. En el actual contexto de tipos de interés, las entidades aseguradoras ofrecen estos productos con rentabilidades muy interesantes.
Por su parte, los planes de pensiones pueden tener una rentabilidad garantizada si son planes garantizados, o pueden no tenerla.
Los términos utilizados para nombrar las distintas figuras de ambos productos también difieren. En los PPA son el tomador y el asegurado son la misma persona, y el beneficiario puedes ser tú o, en caso de fallecimiento las personas que designes al contratar la póliza.
En el caso del plan de pensiones el promotor es el encargado de promover la creación del plan, pudiendo ser una entidad, una empresa o una asociación; el partícipe eres tú, y el beneficiario puedes ser tú o la persona o personas que designes.
El los PPA los derechos acumulados son los derechos que se derivan de las aportaciones del partícipe. Son el equivalente a los derechos consolidados de los planes de pensiones. Los derechos acumulados de los PPA no son embargables hasta que no se produzca la causa que provoque su transformación en prestación.
En materia de impuestos los dos productos tienen el mismo tratamiento. Puedes desgravarte anualmente las aportaciones que realices con un límite, que, desde enero de 2022, será la menor de las siguientes cantidades: o 1.500 euros, o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Ten en cuenta que el límite se aplicará de manera conjunta a ambos vehículos. Cuando se produce el rescate, tributan como rendimientos del trabajo.
Los derechos acumulados de los PPA gozan de movilidad, bien hacia otro PPA o bien hacia otros productos de previsión privada como planes de pensiones o PPSE (planes de previsión social empresarial). Los derechos consolidados de los planes de pensiones también disfrutan de esta posibilidad.
Antes de invertir en un PPA o un Plan de Pensiones, es recomendable revisar las características y condiciones de cada producto para evaluar cuál es la opción más adecuada para tus necesidades y objetivos financieros a largo plazo. En VidaCaixa ponen a tu disposición gestores personales que despejarán tus dudas y te ayudarán a elegir lo que más te conviene.