El día que los futbolistas se raparon la cabeza al cero se pusieron de moda los calvos. Fue una liberación para muchos de los hombres que en aquel momento no tenían pelo o veían cómo se les empezaba a caer. Aunque ya estamos totalmente acostumbrados a convivir con la calvicie y con los injertos de pelo por igual, en Uppers nos preguntamos cuánto tiempo se tarda en quedarse calvo. Además, uno de nuestros compañeros ha preguntado directamente a una clínica capilar “cómo se puede saber si voy a ser calvo”.
Las señales que podrían predecir tu futuro capilar podrían resumirse en seis:
Los genes que se heredan del padre y los que se heredan de la madre tienen el mismo peso. El que tu abuelo paterno luzca su calva desde que le recuerdas no quiere decir que tú vayas a perder el pelo. El cuento se aplica por igual a tu abuelo materno. Por otra parte, unos 200 genes diferentes regulan el crecimiento capilar y cada uno es del padre o de la madre, de modo que, en cada persona la combinación de dichos genes sería única y probablemente no coincida con la de los hermanos. Por tanto, de cuatro hermanos tal vez solo uno o todos ellos podrían ser calvos.
Muchas clínicas capilares especializadas disponen de metodología para tomar una muestra de ADN a partir de la saliva que se acumula en los carrillos. A partir de esa muestra se analiza la sensibilidad a la dihidrotestosterona o DHT, la hormona que segrega toda la testosterona del cuerpo. Con los resultados es posible determinar si una persona va a perder su pelo y en cuanto tiempo. Incluso se podría predecir la reacción ante los medicamentos que actualmente se recetan para combatir la alopecia. No obstante, independientemente de la sensibilidad de cada uno al DHT, lo normal es que el cabello caiga con la edad y el envejecimiento.
Lo importante en este caso no es la producción de DHT, sino la sensibilidad que se ha heredado a esta hormona. De este modo, los hombres con una sensibilidad más alta verán cómo su pelo se debilita antes y se pierde cantidad en la coronilla, en las entradas o en toda la cabeza.
Las estadísticas muestran como ya en la pubertad comienza a caerse el pelo y a partir de los 20 años uno de cada cinco chicos pierde su cabello de forma llamativa. A medida que se van celebrando cumpleaños el porcentaje crece de forma proporcional. El 30% de los hombres de 30 años se están quedando calvos, el 40% a los 40 años y el 50% de los que tienen 50 años. A los 90 sólo un 10% conserva el pelo, lo que significa que su sensibilidad al DHT es baja y su patrón de pérdida mucho más lento con respecto a los demás.
Cuando tras dormir nos encontramos con una cantidad desmedida de pelo en la almohada o notamos que se nos cae en exceso tras lavarnos la cabeza bajo la ducha podrían ser síntomas de que la pérdida se está acelerando.
La pérdida de pelo según se cumplen años es normal y gradual. Pero en ocasiones es más llamativa porque se acentúan las entradas cuando aún somos jóvenes, la frente se ensancha y el cabello se vuelve débil alrededor de la coronilla. Como dato importante es que en la clínica capilar aseguran que los hombres nunca llegan a perder totalmente el pelo de los lados y de la parte trasera de la cabeza. De estas zonas muchas veces se obtienen los folículos capilares para realizar los trasplantes en las áreas superiores.
A veces se pierde pelo de toda la cabeza en general y lo notamos porque el cabello se vuelve menos denso, sin llamarnos la atención las entradas o la coronilla. Lo llaman la "calvicie invisible": la caída es más equilibrada y se reparte por igual en todas las zonas.
Dejando a un lado el ADN y la edad, los médicos especializados en el ámbito capilar insisten en que es posible aumentar la longevidad del pelo si se llevan a cabo una serie de recomendaciones:
Según los especialistas, el tabaco; el estrés; los suplementos de creatina; los esteroides y la testosterona; y los ejercicios de resistencia y pesas incrementan la producción de DHT. Por tanto, en las personas cuya sensibilidad a esta hormona sea mayor, aumentan las posibilidades de perder antes el pelo que lo que les correspondería por su edad.