Raid ecuestre, la carrera que ama a los caballos: "Si el animal no llega en condiciones, el jinete es eliminado"
Descubrimos las claves de esta disciplina, aún desconocida, en la que prevalece el bienestar del caballo
Desde la sierra murciana de Carrascoy, Fuensanta de la Hoz, jinete y empresaria, nos explica que es un deporte que engancha por la adrenalina y los nexos
Durante la competición, un equipo de veterinarios monitorea la salud del caballo al terminar cada fase
Fuensanta de la Hoz ha vivido siempre acompañada de caballos. Conoce bien su nobleza, su fuerza y su lealtad. Le basta con poner una mano sobre su lomo para adivinar su estado de ánimo porque con la mano pone también el corazón. El animal lo sabe y han creado un nexo de entendimiento que resulta extraordinario. Esta es la grandeza del enduro ecuestre o raid, un deporte muy joven en España.
Aunque aún resulta desconocido fuera del universo equino, ella lleva doce años dedicada a él, como jinete y como empresaria en la Finca Lo Pertiguero (Murcia). En plena Sierra de Carrascoy decidió crear Kt Endurance, un proyecto que se ocupa tanto de la doma como de la preparación y clasificación de caballos de raid. Además, forma jinetes para competir en este deporte y cuida a aquellos ejemplares ya retirados ofreciéndoles una buena calidad de vida. Antes de pedirle más detalles, nos aclara rápidamente en qué consiste esta disciplina aún desconocida.
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La proeza no consiste en alcanzar la meta el primero
"Es una variedad hípica -explica- que se realiza contrarreloj. Caballo y jinete corren campo a través aprovechando los obstáculos del terreno y sus diferentes escenarios, lo que hace aún más atractivo el recorrido. Son diferentes etapas y entre una y otra hay un tiempo de descanso y recuperación para el animal. En cada parada, un control veterinario comprueba en qué condiciones se encuentra el caballo y registra las pulsaciones". Además de medir su frecuencia cardiaca y respiratoria, se valora su movilidad, el estado de hidratación, la temperatura y otros factores.
En función de su resultado, se decide si puede continuar participando en las pruebas siguientes. "Se imponen tanto la resistencia como la velocidad -continúa-, pero aquí la proeza del jinete no consiste en alcanzar la meta el primero, sino en saber graduar el esfuerzo y el rendimiento para lograr que rinda y que lo haga en las mejores condiciones físicas". Las reglas son claras. Si se excede en pulsaciones, el jinete es eliminado.
El jinete es quien se acomoda a las necesidades del caballo
Los caballos son criados en cuadras independientes, zonas abiertas y con todo tipo de cuidados. "Es una disciplina exigente y muy dura que exige un trabajo continuado y muy equilibrado para no dañar su condición física". Fuensanta nos indica que el bienestar del animal no se limita al recorrido, sino a las atenciones y cuidados previos a la competición para procurarle el mayor confort y evitar patologías que podrían derivar de un exceso de fatiga y detectar a tiempo cualquier lesión. Es uno de los encantos del raid porque significa que el jinete debe acomodarse a las necesidades del caballo, lo que le permite disfrutarlo aún más.
La competición del enduro ecuestre está reconocida a nivel internacional y en países como España y México está alcanzando gran prestigio. Los campeonatos mundiales suelen alcanzar los 160 kilómetros organizados en diferentes recorridos y categorías. Generalmente las distancias iniciales son de 20 kilómetros y luego se van ampliando hasta completar el recorrido.
Consejos para iniciarse en el raid
La edad nunca va a ser un impedimento. Fuensanta nos aconseja empezar con buen entrenamiento y travesías pequeñas en las que el jinete y el caballo se preparan para crear equipo. Es importante la salud del equino, pero también de quien lo monta, física y psicológicamente. La fortaleza mental juega un papel crucial para conseguir un excelente desempeño durante una jornada que va a ser larga y con dificultades a veces imprevistas. "Es un trabajo muy exigente que despierta pasión y genera mucha adrenalina". En su opinión, un buen jinete es el que trabaja la autoconfianza, el control de sus emociones, la motivación y la concentración.
"El vínculo que crea es asombroso. Una vez que conoce sus condiciones físicas, su ritmo de respiración habitual en diferentes contextos, su frecuencia cardíaca y su comportamiento, va a saber identificar cualquier síntoma o señal de que algo no va a bien y reaccionará", detalla.
Tanto Fuensanta como su hijo José María, que lleva en vena la pasión equina, se encargan de que todo funcione correctamente. El jinete suele alternar paso, trote y galope para no someter al animal a un sobreesfuerzo. Lo ideal son 56 pulsaciones por minuto. Es importante tener un gran control sobre la fuerza del caballo para llevar el ritmo adecuado durante toda la prueba. Quizás sea la mayor dificultad, pero el jinete de raid desarrolla sensibilidad con animal muy especial y unas habilidades que le van a llevar a su rendimiento óptimo.
La raza árabe tiene cualidades excepcionales
Al parecer, el raid ecuestre tiene su origen en los trechos interminables que recorrían nuestros antepasados campo a través en el menor tiempo posible. Aunque cualquier raza puede ser entrenada para esta competición, madre e hijo coinciden en que los preferidos son, sin duda, los caballos árabes. "Son animales muy ágiles e inteligentes, de huesos muy fuertes y con una extraordinaria capacidad de resistencia. Además, tienen un modo muy elegante de caminar". Algo que se aprecia mejor en un tipo de competición que se caracteriza por combinar la dificultad técnica con la belleza del camino y de la disciplina en sí.
El raid ecuestre está despertando especial interés en la costa mediterránea. Es una modalidad más del mundo equino, cuyo impacto económico en España llega a los 7.400 millones de euros anuales, según el II Estudio del impacto del sector ecuestre en España, elaborado por Deloitte & Green Oak. Es decir, representa el 0,59% de nuestro PIB. En esta variante, la consigna es muy simpe: "El jinete solo puede estar satisfecho cuando el caballo ama su trabajo. Y lo amará si no ve comprometida su salud".