Quería ser como sus superhéroes favoritos y lo logró. Jim Arrington, de 90 años, nació siendo un niño prematuro, lo que le llevó a sufrir algunos problemas de salud durante su infancia, una época en la que no existían los avances con los que contamos en la actualidad. Pero todo cambió en su adolescencia, cuando Jim decidió que quería ser más fuerte y comenzó a ir al gimnasio. Lo que quizá nunca pensó es que más allá de ganas músculo, acabaría convirtiéndose en el culturista más longevo del mundo.
Han pasado ya más de siete décadas desde que comenzó a ir al gimnasio y sigue yendo todas las semanas, al menos dos veces, para entrenar durante dos horas sin plan alguno para retirarse, aunque su última competición fue en 2022. Por eso mismo, con 90 años, sigue siendo considerado el culturista profesional más longevo del mundo por el Libro Guinness de los Récords.
¿Cómo es posible que a sus 90 años siga manteniendo sus músculos de hierro? Jim Arrington ha explicado que una de las claves para mantenerse fuerte y de su longevidad ha sido sabes escuchar a su cuerpo a lo largo de los años, gracias a lo que ha sabido cuándo era el momento ideal para cambiar la rutina de entrenamiento y adecuarla a su edad.
“Lo que le funciona a una persona en un momento de su vida no es lo mismo. Eso es lo que tiene el culturismo, es adaptación”, explica el hombre, que no solo ha ido cambiando su entrenamiento, sino que también su dieta.
Un ejemplo es que, cuando era más joven, tomaba mucha leche y carne de vaca, el estilo de entonces para ganar masa muscular. Sin embargo, “provocan inflamación, así que cambié mi dieta completamente. Pensé que si lo hacía iba a poder seguir entrenando y manteniéndome”.
El poder seguir compitiendo y luchando por la victoria y batir el récord mundial es algo que asegura que le mantiene entusiasmado con el mundo del culturismo. “Lo que me inspira es la gente que viene y me dice que les inspiro”, asegura emocionado.