Cuarenta y ocho años después de Naranjito España volverá a organizar un Mundial de fútbol, una responsabilidad que compartirá con Portugal y Marruecos. Y en parte con Argentina, Uruguay y Paraguay, que acogerán los partidos inaugurales de sus selecciones. Muchos anfitriones para los 104 partidos programados, aunque es nuestro país el que aspira a albergar la mayor parte de las citas, cerca del 60% de la totalidad. La pregunta ahora es qué estadios serán sedes mundialistas. La Federación Española ha propuesto quince candidatos, aunque al final se quedarán en 10 o 11.
Los requisitos que impone la FIFA para ser sede del Mundial son los siguientes: para la primera fase, más de 40.000 espectadores, y para semifinales, 60.000. Para la final, serán 80.000, por lo que el partido definitivo en principio solo podría disputarse en el Camp Nou o en el Santiago Bernabéu. Otras condiciones son que los estadios que estén pendientes de reforma la hayan terminado un año antes de la cita, y todos deben acreditar como mínimo la categoría de cuatro estrellas y disponer de zonas exteriores amplias para servicios y aparcamientos.
En concreto, la lista de candidatos inicialmente propuesta incluye a Riazor, Balaídos, El Molinón Enrique Castro 'Quini, San Mamés, Anoeta, La Romareda, RCDE Stadium, Camp Nou, Santiago Bernabéu, Civitas Metropolitano, Nuevo Mestalla, Nueva Condomina, La Cartuja, La Rosaleda y el Estadio de Gran Canaria.
De todos estos, lógicamente unos tienen más opciones que otros. Según la Cadena SER, los dos estadios de Madrid son fijos. También el Camp Nou, actualmente en plena reconstrucción, La Cartuja de Sevilla y San Mamés, en Bilbao. Una de las grandes sorpresas sería el campo del Espanyol, el RCDE Stadium, que tiene muchas posibilidades debido a su cercanía con el aeropuerto de Barcelona. También cuentan con buenas opciones el Reale Arena de la Real Sociedad y Mestalla, aunque su proyecto de reconstrucción está actualmente parado. Sin embargo, para la Federación es imprescindible que Valencia esté entre las sedes.
La Romareda, en Zaragoza, no cumple los requisitos exigidos, pero la confirmación de España como cita mundialista le abre las puertas a una posible restauración del estadio de cara a 2030. Las sedes gallegas son las que lo tienen más difícil y en todo caso parece ser que se escogería o Riazor o Balaídos, pero no las dos. La Rosaleda de Málaga, que debe mejorar en aforo y accesos, peleará sus opciones hasta el final y El Molinón necesitaría de una obra que por el momento no tiene financiación. Son una incógnita el Estadio de Gran Canaria y la Nueva Condomina murciana. Los estadios que pasen el examen de la FIFA se conocerán el próximo año.