El ejercicio físico es indispensable para llevar una vida sana. No es necesario pegarse el día entero en el gimnasio para ello, pues lo mejor es llevar una vida activa. No obstante, las obligaciones del día a día, como las laborales o las familiares, no siempre permiten que seamos todo lo activos que nos gustaría. No todo el mundo tiene el tiempo necesario para poder ejercitar su cuerpo en un gimnasio, por eso una de las alternativas más extendidas es caminar e intentar dar esos ideales 10.000 pasos al día. ¿Y si hubiese un ejercicio aún mejor para quemar calorías?
Seguro que cuando llega el final del día miras tu reloj inteligente o tu móvil para ver cuántos pasos has dado en el día y así comprobar si has estado tan activo como te gustaría. Unos días se cumple el objetivo y otros no, pero lo que queda claro es que caminar reporta beneficios sobre la salud cardiovascular. Pese a ello, un nuevo estudio de la Universidad de Tulane en Estados Unidos ha señalado otra actividad física similar que puede ofrecernos muchos más beneficios.
Se trata de subir escaleras. Según el doctor Lu-Qi de la Universidad de Tulane y adjunto en la Universidad de Harvard, además de autor principal de la investigación, “subir unos 50 escalones diarios puede reducir en un 20% el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica”. Teniendo en cuenta que un tramo entre un piso y otro suele tener unos diez escalones, habla del equivalente a subir hasta un quinto piso cada día.
Así, animan a subir por las escaleras siempre que se pueda, especialmente cuando no las tenemos en casa, aprovechando las de los parques, el lugar de trabajo o cualquier sitio que visitemos y tenga escaleras para poder incluir los beneficios de esta actividad tan cotidiana.
Eso sí, “las subidas rápidas de escaleras con alta intensidad son una forma efectiva de mejorar la capacidad cardiorrespiratoria y el perfil lipídico, sobre todo para quienes no pueden cumplir con las recomendaciones actuales de actividad física”, explica el investigador sobre las bondades de darle intensidad a la subida de los escalones.
Más allá de la mejora cardiovascular y de una quema superior de calorías al darle intensidad, subir escaleras también va a aportar una mayor resistencia y la liberación de más endorfinas que caminar. Y lo mejor, es accesible para cualquier persona.