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Es la imagen más viral que ha dejado la exhibición de juego de la selección española ante ante la de Georgia (4-1) en los octavos de final de la Eurocopa. Las cámaras captaron en la conclusión del partido a Lamine Yamal y a Nico Williams jugando al popular juego de 'Piedra, Papel o Tijera', secuencia que no tardó en extenderse como la pólvora por las redes sociales.
El propio Williams se encargó de explicar después en zona mixta que estaban discutiendo por ver quién bebía antes del botellín de agua y decidieron dirimirlo con ese curioso juego de manos, muy utilizado para resolver todo tipo de disputas limpia y rápidamente.
Gran parte del éxito del juego es que las reglas son muy simples. Los jugadores dicen 'Piedra, papel y tijera' mientras mueven las manos y después adoptan la forma con que creen que pueden ganar: la piedra gana a las tijeras, las tijeras al papel y el papel a la piedra. Si hay empate, las rondas se suceden hasta que hay un vencedor, pero ¿cuál es el origen de este curioso pasatiempo con el que se han entretenido varias generaciones de niños y niñas?
Hay que remontarse al 200 antes de Cristo para encontrar la primera referencia a una versión muy rudimentaria de este juego en 'Wuzazu', un libro escrito por el escritor chino Xie Zhaozhi, de la dinastía Ming. El autor se refiere a él como shoushiling y cifra sus orígenes en algún momento durante la dinastía china Han china (206 aC - 220 dC), aunque no fue hasta el siglo XVII cuando se empezó a practicar de forma constante.
El juego llegó a Japón gracias a una comunidad china que migró a Nagasaki. Allí recibió el nombre de Jankenpón, donde empezó a ganar gran popularidad. De hecho, era bastante normal ver a hombres practicarlo en bares y burdeles para resolver pequeños conflictos o simplemente para matar el tiempo.
Precisamente en Japón surgió una variante conocida como Mushi-ken, donde los contendientes usaban sus dedos para representar a una rana (pulgar), babosa (meñique) y serpiente (índice). Según se explica en un artículo de 'Esquire', la rana le ganaba a la babosa, la babosa a la serpiente y la serpiente a la rana.
No fue hasta principios del siglo XX, con la apertura de Japón a Occidente, cuando el juego se difundió por Europa y Estados Unidos. Empezó ganando terreno entre las personas adictas a los juegos de azar y el 'Washington Herald' lo consideró como un "nuevo método de apuestas chino", pero se sobrepuso a esa mala reputación inicial para terminar instalándose entre los juegos habituales de niños y niñas.
Aunque está asumido que se trata de un juego de suerte y aleatoriedad, 'Piedra, papel o tijera' también ha sido objeto de numerosos estudios respecto a su aspecto estratégico, lo que ha llevado a que se creen competiciones mundiales y ligas nacionales en torno al fenómeno. Lo más admirable de este juego es que con unas reglas mínimas y prácticamente inmutables ha conseguido convertirse en parte de diferentes culturas a lo largo de la historia. Y, como bien ha demostrado la Eurocopa, nunca pasa de moda.