Mucha labia, picardía y fraude: Kaiser, la historia del falso futbolista que nunca marcó un gol
Carlos Henrique Raposo, apodado Kaiser, fue el gran fraude del fútbol en los años 80 y 90
Apenas jugó unos minutos a lo largo de sus casi 20 años de carrera en los que pasó por múltiples equipos de fútbol
Realmente nunca supo jugar y siempre se escondía ante supuestas lesiones, a veces el parte médico se lo daba su dentista
Cuando se habla de futbolistas se piensa en leyendas como Pelé, Maradona, Di Stéfano, Messi o Cristiano Ronaldo, pero poco se recuerda a los protagonistas de grandes historias que, pese a que puedan quedar en el olvido, siempre están ahí, como la de Carlos Henrique Raposo, mejor conocido en el mundo del deporte como Kaiser. Puede que ni siquiera te suene su nombre, pero sin duda fue el gran impostor del fútbol durante sus dos décadas de carrera en el césped, aunque no lo pisó mucho, que digamos.
Originario de Brasil y de familia humilde, parece que concentraba todos los ingredientes para convertirse, al menos, en un jugador de renombre. Nacido en 1963, quería ser futbolista y ganar dinero, aunque el deporte como tal no le importaba, lo que no impidió que llegase a compartir camiseta con grandes futbolistas como Bebeto.
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"Decía que era delantero, pero nunca marcó un gol"
"El problema de Carlos era el balón. Él decía que era delantero, pero era tan completo que nunca marcó y nunca dio una asistencia de gol. Siempre decía estar lesionado. Cuando la pelota estaba a la izquierda, él se iba a la derecha y viceversa. No tenía talento para jugar, pero era muy buena persona. Todo el mundo le quería mucho", comentó en su día el exfutbolista Ricardo Rocha, con lo que puede resumir muy bien la vida deportiva del Kaiser, que ahora es entrenador personal.
¿Pero cómo llegó a vestir la camiseta en grandes equipos brasileños, mexicanos o estadounidenses? Raposo comenzó a pasearse por las discotecas de moda, por donde iban los mejores futbolistas del país, en busca de conquistar a las plantillas y fichar por algún equipo, y fue de esa manera como acabó siendo jugador del Botafogo. A partir de ahí comenzó a construir una mentira de dos décadas aprovechándose de estar casi siempre lesionado, supuestamente, claro.
Tal y como relata The Guardian, él siempre lo daba todo en el entrenamiento, pero no se acercaba demasiado al balón, para luego simular una lesión que le impedía jugar, aunque una vez tuvo que saltar al campo y acabó expulsado al encararse con un aficionado de la grada.
Si el equipo dudaba su dentista le daba un parte médico
¿Cómo pasó por tanto clubes? En un documental dedicado a su vida, 'The greatest footballer never play football' (2018), se cuenta que firmaba contratos cortos con los equipos y así iba pasando de uno a otro realizando el mismo modus operandi, pasar la mayor parte de la temporada en el banquillo por lesión cobrando su sueldo. "Tenía un dentista amigo que me daba un certificado médico con algún problema físico", llegó a decir.
Por la broma, el Kaiser acabó beneficiándose durante años de una mentira que nadie destapaba, en parte por la vergüenza de haber caído en el engaño, convenciendo a otros equipos de su fichaje gracias a su cuerpo atlético y su gran desparpajo y simpatía, además de que tenía a los periodistas en su bolsillo porque era muy amable con ellos. "Los clubes se alegraban dos veces conmigo: cuando me fichaban y cuando me iba", contaba el propio Raposo sobre su experiencia en el mundo del fútbol.
El book en el que no aparecía
Además, debido a su parecido a Renato Gaúcho, en alguna ocasión se hizo pasar por él y, como tenía el apodo de Kaiser, creó su propio book con sus 'mejores jugadas' donde se escuchaba al comentarista gritar su mote. Pero verdaderamente el que jugaba era el futbolista alemán Franz Beckenbauer, que tenía su mismo apodo. Gracias a la mala calidad del vídeo y las pocas opciones de verificación de la época, el brasileño podía colar a otros que no era el alemán, sino él.
A pesar de ser una historia de mentiras, tiene cierto toque cómico, pero cuenta con su parte oscura. Hablamos de los años 80 y comienzos de los 90, y Kaiser traía chicas para algunos de los principales futbolistas y para otras personalidades. En el documental, Raposo se lamenta de esa etapa porque cree que no vivió su vida, sino la de otro. Un arrepentimiento selectivo, ya que también ha declarado que "los clubes han engañado y engañan a los futbolistas. Alguno tenía que vengarse por todos ellos".
Con todo ello, Carlos Henrique Raposo, Kaiser, consiguió una carrera de casi dos décadas en el mundo del fútbol jugando apenas unos pocos partidos y tan solo unos minutos por temporada. Un plan que le llenó los bolsillos sin marcar un solo gol a pesar de ser delantero y regateando más fuera que dentro del campo. Sin duda, historia del fútbol.