Tras un fin de semana de infarto, las alertas por altas temperaturas afectan a una parte importante del país hasta el próximo jueves. Ciudades como Toledo alcanzarán los 43 grados y los servicios de emergencias se preparan para atender una gran cantidad de golpes de calor. Es la patología más relacionada con las olas de calor y su no se trata bien supone una amenaza para la vida, sobre todo para la población de riesgo: mayores y niños.
Es la reacción que tiene nuestro cuerpo es que para compensar el calor, expulsa mucho líquido a través del sudor y sufrimos una mayor vasodilatación. Todos sabemos qué hacer para no sufrir una: evitar las horas centrales del día, beber mucha agua e ir por la sombra, pero si vemos a alguien que la está padeciendo, tampoco es bueno bajar su temperatura de golpe. Te contamos qué no debes hacer si tienes que socorrer a alguien en esta situación.
Que nuestro cuerpo pase de los 40 a los 20 grados es muy peligroso, tanto que nuestro sistema circulatorio puede sufrir un shock que nos lleve hasta la muerte, especialmente las personas que padecen problemas cardiovasculares. Por lo tanto, es muy importante hidratar a la persona afectada, pero no hacerlo con agua excesivamente fría. Es mejor hacerlo con una bebida fresca y tomada de forma constante a traguitos cortos.
Mojar la nuca puede ser una opción buena, pero ocurre lo mismo que antes, si se hace con agua helada o con hielo la probabilidad de shock es mayor, por lo que, en caso de querer poner un poco de agua para refrescar, es mejor que sea del tiempo. Si se da el caso de estar en casa, meter al afectado en la ducha es aconsejable, empezando con agua templada e ir bajando la temperatura poco a poco, progresivamente.
Otro de los errores más comunes es recurrir a una piscina o a un río cercano para evitar los males del golpe de calor. Sin embargo, si tiramos directamente a la persona dentro del agua extremadamente fría pondremos en peligro su vida. La inmersión debe ser lenta, acostumbrando al cuerpo poco a poco al cambio de temperatura.
Quizás estos días tengas que atender a alguien que este mareado, pálido y con sensación de debilidad, pero quizá esa persona seas tu mismo. A estos síntomas comúnmente conocidos hay que sumar las palpitaciones, la sequedad y enrojecimiento de la piel, la ausencia de sudor y la hiperventilación.
En caso de creer que estas padeciendo uno lo más importante es buscar la sombra y un banco, para evitar caídas, beber agua poco a poco, quitar la ropa y refrescar de forma progresiva la piel (as toallitas son una buena opción) y llamar a urgencias.