Entre la jornada reducida, el buen tiempo y las ganas de desconexión, durante el verano salimos mucho más de cañas. La gente tiene tiempo que el resto de año le cuesta más sacar y lo aprovecha para ver a sus amigos. Eso nos lleva, irremediablemente, a consumir mucho más alcohol que el resto del año, sin tener en cuenta las consecuencias que esto puede tener para nuestra salud. "En verano cae una caña diaria", nos comenta Juan, empresario de 48 años, a lo que un buen amigo suyo, Borja, le responde "O dos". Te contamos cuánto es el máximo consumo semanal que te puedes permitir, incluyendo, ojo, el fin de semana.
Tengamos claro un concepto clave respecto al consumo de alcohol, el recomendado por los nutricionistas es cero, todo lo que supere eso es perjudicial para la salud. “Tenemos que derribar el mito de la copa de vino diaria, está totalmente obsoleto. Lo mejor es retirarlo de la dieta y si eso no lo conseguimos, cuanto menos, mejor”, nos explica la nutricionista Christina Hillary.
Sin embargo, sí que existen unas cantidades asociadas a un consumo moderado, una cerveza al día para mujeres y dos para hombres, lo que se puede extrapolar a copas de vino u otras bebidas fermentadas. Un informe del CSIC apunta que el consumo moderado de alcohol es de 196 gramos a la semana, unos 700 ml de cerveza diarios para hombres y 112 gramos a la semana, en torno a 400 ml de cerveza diaria para mujeres.
“El problema es que hemos normalizado totalmente salir a un bar y pedir, instintivamente, una bebida alcohólica. Aunque bien es cierto que lo más recomendable es beber siempre agua, los refrescos ‘zero’ o incluso la cerveza ‘sin’ será siempre mejor que una copa de vino o una caña", recuerda la experta.
Beber más de esas cantidades está totalmente desaconsejado y debemos tener en cuenta que la ingesta, si se hace, es mejor espaciarla y que no incluya episodios de borrachera ya que ese consumo excesivo puntual se asocia con un riesgo elevado de cardiopatía isquémica. Tomar bebidas alcohólicas todos los días en cantidades elevadas puede provocar alcoholismo que se relaciona con el cáncer, la hipertensión, enfermedades hepáticas y puede producir incluso la muerte prematura.
Se considera que una persona es alcohólica o adicta al alcohol cuando consume de media más de cinco o seis unidades diarias, es decir, 50 gramos de etanol puro. Esso supone 1250 mililitros de cerveza o 500 mililitros de vino diarios, de acuerdo con los máximos estipulados por la Organización Mundial de la Salud.