A medida que cumplimos años, las hormonas del sistema endocrino empiezan a fallar. Realmente no son ellas en sí mismas, sino que los tejidos que controlan empiezan a ser menos sensibles a ellas, y eso, sumado a su bajada de producción, vuelve loco a nuestro organismo. Por eso, cuando los niveles hormonales descienden, bien sea debido al proceso natural del envejecimiento, al estrés, a los cambios en la dieta o a la menopausia, en el caso de las mujeres, conlleva una pérdida de la energía, la vitalidad, la libido y la salud. Se lleva años estudiando cuál es la mejor forma de ralentizar este proceso natural y así mejorar la calidad de vida, y, de momento, la terapia hormonal es la mejor alternativa.
Ahora mismo, el tratamiento de reemplazo con hormonas bioidénticas es la tecnología más puntera en lo que al antiagaing se refiere. Consiste en utilizar hormonas biológicamente idénticas a las que se originan y crean en el propio cuerpo humano. “Se presenta como una alternativa más natural ya que las hormonas bioidénticas, a diferencia de las sintéticas, proceden, en primera instancia, de fuentes naturales y vegetales que después se modifican directamente en el laboratorio. Esto hace que sean más seguras para el organismo ya que no producen prácticamente ningún tipo de daño, agresión o efecto secundario”, nos explican desde la clínica Doctor Life, pionera en el tratamiento.
La terapia se utiliza en aquellos pacientes que generan una cantidad inferior de hormonas a las habituales y necesarias en sangre, en concreto los estrógenos y la progesterona. Las terapias con hormonas bioidénticas se basan en recobrar el equilibrio de las hormonas más necesarias para el organismo como la DHEA (conocida como la hormona de la juventud), la testosterona, la pregnenolona (con efectos antidepresivos y ansiolíticos) el estradiol, la progesterona y la hormona tiroidea.
Los pacientes que se someten a terapias de reemplazo hormonal mejoran de forma significativa su salud y bienestar, como si se hubiesen quitado años de encima. Presentan una reducción en los niveles de colesterol, menos incidencia en patologías cardiovasculares, un fortalecimiento óseo y muscular, más energía, libido y una mejora general del estado anímico.
En el caso de los hombres, además, presenta una mejora en la habilidad eréctil y una protección prostática mientras que, en las mujeres, la terapia hormonal ayuda considerablemente a reducir los problemas asociados a la menopausia. En ambos casos, también reduce el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, el cáncer de colon o el Alzheimer.
Según la doctora Rebeca García, médico especialista en endoscopia bariátrica y fundadora de las Clínicas Doctor Life, “este tipo de tratamientos ayuda a ralentizar ese declive repentino de nuestra salud física y mental que ocurre una vez superada la mediana edad. Es una forma de conseguir que esa transición sea poco a poco y menos perceptible”.
La terapia, suele hacerse, al menos un año. Así, entre los 6 y 12 meses de terapia, los pacientes notan esa recuperación física e informan de una sensación de bienestar y de mejora de su actitud vital. Eso sí, como cualquier tratamiento médico, e trata de un tratamiento médico que solo se debe usar bajo prescripción médica y tras pruebas diagnósticas concretas.