El peligro de los alineadores dentales: "Comprar uno por internet es una barbaridad"

  • Rosario Carretero, ortodoncista: "Lo primero que tiene que entender el paciente es que no está comprando un producto"

  • "Pensar que un alineador mueve los dientes por sí solo es como pensar que por tener la raqueta de Nadal vamos a jugar como Nadal"

  • "Siempre, lo más importante en un tratamiento de ortodoncia es el doctor que hay detrás"

Tener una sonrisa bonita es el sueño de muchas personas. En los últimos años ha habido un auténtico boom de ortodoncias y alineadores dentales en todos los rangos de edad, incluidos los mayores de 50. Llevar una férula o unos bracketts es algo cotidiano. Tan cotidiano que ha dado origen a un mercado amplísimo que va desde los sistemas más caros y sofisticados, hasta los de precio medio, llegando, incluso, a la compra on line a precios mucho más asequibles que hace unos años.

¿Todo vale? Saber si todos los tratamientos son adecuados y si la diferencia de precio está justificada son las claves de un asunto que entra de lleno en la salud y no solo en la estética. Uppers ha hablado con Rosario Carretero, ortodoncista y doctora certificada en Técnica Invisalign Platinum Élite 2, una acreditación que la sitúa entre los especialistas en este tipo de tratamientos.

¿Qué se consigue con los alineadores?

La ortodoncia invisible es una herramienta que el doctor tiene para mover el diente en la dirección que él quiera por medio de un programa de ordenador que planifica qué movimiento quiere para cada uno de sus dientes. El objetivo, al final, es corregir una posición que no es correcta a una posición ideal en la que todos los dientes funcionan de manera correcta.

¿Es una cuestión solo de estética? ¿Qué riesgos corre nuestra salud con una dentadura mal alineada?

Hay veces que el motivo de consulta del paciente es un motivo estético, quiere poder sonreír mejor y sentir más confianza social y en uno mismo. Pero la parte que más nos preocupa a nosotros, como doctores, no es la estética, siendo importante porque le da al paciente seguridad en sí mismo, pero funcionalmente el hecho de no tener los dientes bien colocados nos va a generar una serie de problemas en boca como, por ejemplo, la falta de cepillado. A veces, no podemos dirigir bien el cepillo de dientes o pasar el hilo dental. Este tipo de cosas nos va a condicionar para que, por ejemplo, tengamos problemas de hueso, problemas de encías o que tengamos que hacernos una limpieza dental cada dos por tres.

Pero, además, funcionalmente, tener los dientes mal alineados nos puede ocasionar problemas de mordida, problemas articulares, mayor desgaste de uno u otro lado de la boca... La ortodoncia nos va a ayudar a prevenir muchos problemas de malas oclusiones, pérdida de hueso y problemas periodontales.

Por lo comentas de la mordida, se dice que la digestión empieza en la boca. Si no mordemos bien, ¿podemos tener un problema de absorción de nutrientes?

El hecho de que tengamos una mala oclusión va a hacer que no mastiquemos igual por los dos lados de la boca y que haya determinados alimentos que no vamos a poder masticar bien. Si la masticación no es simétrica, no es igual en los dos lados nos puede generar problemas digestivos, problemas en la absorción de alimentos o, incluso, problemas en la articulación. Muchas veces, hay pacientes que creen que tienen un problema de oídos, un problema de mandíbula o de dolor de cabeza... Algunos de esos problemas pueden venir de la manera en la que estamos masticando.

Nos hemos acostumbrado a ver alineadores en las personas mayores. ¿Hay un boom inducido o realmente con la edad los dientes cambian de posición y hay que prestarles atención?

Los dientes se pueden mover durante toda la vida. Se tenga la edad que se tenga, nosotros podemos mover los dientes dentro del hueso. Un tratamiento de ortodoncia, siempre y cuando esté justificado (siempre y cuando haya un problema de mordida o de apiñamiento o de mala posición de los dientes) no solo es recomendable, sino que es aconsejable para prevenir todos estos problemas. Tener unos dientes que no funcionan o que no están bien relacionados unos con otros, sobre todo en pacientes adultos, les va a generar los problemas que antes mencionábamos. De hecho, puede tener más repercusión que en un niño porque el hueso es distinto, las encías no tienen la misma calidad. Un paciente adulto puede tener ya pérdidas dentarias, con problemas periodontales de base. Entonces, el hecho de no partir de una situación ideal sí le va a generar al paciente mayores problemas en su día y consecuencias importantes, como son pérdida de dientes a largo plazo, problemas de retracciones o problemas de mandíbula.

Sobre alineadores dentales, vemos que hay dos mercados: los que son de alta gama y muy caros, y los que se pueden comprar a precios mucho más económicos, a veces, incluso, on line. ¿Cómo se justifica esta diferencia de precios?

Lo más importante es que el paciente tiene que entender que no es un producto lo que está comprando. Al final, el sistema que elijamos no deja de ser una herramienta para que el doctor pueda mover los dientes en la dirección que quiera según la planificación previa que haya hecho. Creo que hay una confusión muy grande en este tema que puede generar dudas. Algún paciente se preguntará cómo puede haber tanta diferencia de precios entre una clínica y otra siendo el mismo tipo de sistema.

¿Qué es lo que hay detrás de esta diferencia?

Como te decía, lo primero que tiene que entender el paciente es que no está comprando un producto que le cambie la alineación de los dientes. Siempre, lo más importante es el doctor que hay detrás. Ese doctor, con su experiencia, su formación y su habilidad, con esa herramienta, va a permitir que los dientes se muevan en una determinada dirección. Pensar que un sistema que va a mover los dientes a ciegas, que va a hacer el trabajo, es el primer error. Efectivamente, se pueden comprar alineadores en los que no hay control ni planificación de cómo se va a mover el diente. Parece ser que se envían unas fotos y luego te llegan a casa los alineadores. Con eso, los dientes se van a mover a su libre albedrío.

En tu opinión, la intervención de un doctor es básica y fundamental...

Tiene que haber un doctor con experiencia, que esté formado y con una certificación para poder hacerlo. ¿Por qué? Porque el doctor va a utilizar esa herramienta, como son los alineadores o unos bracketts, para, en base, al estudio que le ha hecho al paciente, con registros previos, unas radiografías que se hacen en consulta, unas fotografías y un estudio digital del caso. Con todo eso, el doctor va a estudiar qué movimientos son adecuados para la boca del paciente, teniendo en cuenta la situación del paciente. Hay veces que el paciente tiene pérdida dentaria o una serie de problemas que el doctor, con su experiencia y su formación, tiene que saber para planificar cuál es el objetivo y qué le puede pedir a la boca de ese paciente. Para eso solo está capacitado el doctor. Es como pensar que la persona que tenga la raqueta de Nadal va a jugar igual que Nadal.

¿Cuáles son los sistemas habituales para corregir la posición de los dientes?

Está el sistema americano de alineadores, que es el más caro. También hay alternativas a ese sistema inicial pionero en el que ahora mismo, a día de hoy, la diferencia está en el alineador en sí mismo. El paciente solo ve que hay una transparente que tiene puesta en boca y cree que todas son iguales. Pero ya solo el alineador, las características que tienen unos y otros, los materiales, la plasticidad y las propiedades internas que tiene el plástico de la férula son totalmente diferentes en un sistema y otro.

¿En qué repercute?

Eso repercute en que esos movimientos que el doctor haya planificado se traduzcan o no en la boca. Por otra parte, algo que diferencia entre un sistema y otro es lo que no se ve, algo así como el motor del coche.

¿Qué es lo que permite, en realidad, que los alineadores muevan los dientes?

Los alineadores (las fundas) consiguen que los dientes se muevan a través de un software, un sistema informático que es la herramienta que usa el doctor para, con esa serie de registros previos, poder mover los dientes en la dirección que se quiera. El doctor va a pedirle a esa boca que el diente se mueva un milímetro arriba, abajo, hacia adelante y hacia atrás, que gire 25 grados... Todo eso que el doctor considera que es necesario para la boca del paciente lo tiene que planificar de una manera 3D, digital, simulando los movimientos que quiere que se produzcan en la boca. Ese software va a transmitir toda esa información a ese alineador. Dependiendo de lo potente que sea ese software, ese sistema virtual, se podrán pedir movimientos más en detalle. Es un trabajo en cadena cuyo último eslabón es la férula que finalmente es la que produce ese movimiento.

¿El software puede calcular los movimientos?

El sistema puede mover el diente. Si yo le digo que mueva un diente 180 grados, lo va a hacer. Pero yo, como doctor, tengo que tener el criterio y la formación para saber que a ese diente no le puedo pedir que se mueva 180 grados. Además, si la boca del paciente tiene una situación determinada, por ejemplo, pérdida de encía o una prótesis, el sistema no lo diferencia. Al final, el sistema es una herramienta que va a plasmar las instrucciones del doctor. El software no tiene una base de datos. Todo tiene que ir planificado y personalizado al milímetro.

¿Y si no es así?

Ahí es cuando empiezan los problemas. Si no hay un criterio y una formación detrás, aparecen pacientes con dientes fuera de hueso, con una recesión muy grande, con problemas de mordida por bloqueo articular... ¿Por qué? Porque no se ha hecho una planificación correcta y se le ha pedido un movimiento al diente que no se le podía pedir a la boca de ese paciente.

En definitiva, las férulas que se pueden comprar sin este protocolo pueden causar perjuicios.

Es una barbaridad. Pensar que uno pueda comprar un alineador por internet sin que haya el control de un doctor detrás que monitorice el caso y sin estudiar su caso previamente es tirarse a un precipicio.

¿Tienes pacientes que hayan comprado estos alineadores?

Sí, vienen pacientes a consulta con unos problemas súper severos de bolsas periodontales, dientes fuera de hueso, pérdidas dentarias o dientes fracturados. ¿Por qué? Porque lo que han hecho es, como el que da play a un vídeo juego, hacer que los dientes se queden bonitos sin tener en cuenta el entorno en el que está ese diente. Los dientes no son estáticos, son algo dinámico y funcional dentro de un entorno.