Hay quien prefiere el invierno y hay quien se queda con el verano. Eso de que ‘para gustos, colores’, también llega a las temperaturas, y mientras unos no soportan lo más mínimo las altas temperaturas, otros están a las mil maravillas a casi 40 grados, lo del frío no es para ellos. Pero lo que nosotros prefiramos pasa a un segundo plano cuando quien tiene que elegir es el corazón, y no en el aspecto romántico, precisamente. ¿Pueden las temperaturas poner en peligro tu salud cardíaca? Por supuesto que sí. Entonces, ¿cuáles hay que evitar?
Lo dice la Asociación Americana del Corazón, las temperaturas extremas, ya sean muy bajas o muy altas, son perjudiciales para la salud de nuestro corazón. Así lo han demostrado a partir de una investigación publicada en Circulation. El equipo de cardiólogos quería saber de qué manera afectan los cambios de tiempo al corazón, analizando datos de 32 millones de muertes por causa cardiovascular en los últimos 40 años.
Una de las claves para tener en cuenta los resultados era ajustar las fechas y los datos por ciudades de cada uno de los continentes. Fue así como descubrieron que, cuando las temperaturas eran más extremas, mayor incidencia de problemas cardíacos, como infartos o arritmias, había.
Los números no mienten. Según se detalla, las jornadas en las que el calor era extremo se produjeron 2’2 de exceso de muertes por cada 1000 muertes cardiovasculares, mientras que cuando el frío era extremo, la cifra se disparó a un 9’1.
"Una de cada 100 muertes cardiovasculares puede atribuirse a días con temperaturas extremas, y los efectos de la temperatura fueron más pronunciados cuando se observaron las muertes por insuficiencia cardíaca", explicó Haitham Khraishah, coautor del estudio y miembro de enfermedades cardiovasculares de la Universidad de Escuela de Medicina de Maryland y el Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore.
“Si bien no sabemos el motivo, esto puede explicarse por la naturaleza progresiva de la insuficiencia cardíaca como enfermedad, que hace que los pacientes sean susceptibles a los efectos de la temperatura”, señala el experto sobre la razón de por qué los días de calor y frío extremo dañan el corazón. Con estos datos sobre la mesa y con muchas investigaciones aún por abrir, ven necesaria una prevención en las personas vulnerables cuando llegan las temperaturas más extremas.