Lo había mantenido en el más absoluto secreto hasta ahora, que ha decidido dar el paso de contárnoslo. La periodista, escritora y colaboradora de Uppers Joana Bonet ha superado un cáncer y ya ha recibido el alta. Lo ha desvelado en un emotivo post en su cuenta de Instagram en el que explica cómo ha lidiado con un adenocarcinoma infiltrante de mama, un tipo de cáncer de pecho que no le ha impedido seguir trabajando.
"He atravesado un nuevo planeta, los primeros días a tientas", cuenta la comunicadora, de 57 años, muy agradecida a su oncólogo, Javier Cortés, al equipo médico y a los amigos que la han apoyado durante un duro proceso que afortunadamente ha tenido final feliz.
"He podido observar de cerca cuánto dolor hay en el mundo, y me he acordado de las mujeres con cáncer de mama en Ucrania, en Kabul o en los campos de refugiados. Pero también de las que, en nuestras ciudades, están solas; pensé en las maltratadas conteniendo el aire en el aparato de resonancia, las que son demasiado mayores para soportar las humillaciones terapeúticas, el terror de los pet tac full body, a pesar de su luz clarificadora", escribe Bonet, siempre empática con el dolor que sufren los demás y socialmente concienciada.
Ella se considera una "afortunada", aunque sabe que no se puede bajar la guardia: "Mi cáncer ha sido curable aunque hay que ser vigilantes y tocarán muchas revisiones. El doctor Cortés es un sabio que te coge la mano y no la suelta. Es pionero en investigaciones sobre el cáncer de mama, uno de los mejores del mundo. Su fundación está dedicada a las mujeres, y ahí me tiene para ayudar. Porque sí, nuestra sanidad está tocada pero nuestros profesionales son puro oro".
La exmujer del fallecido Jesús Quintero aprovecha su mensaje para darle visibilidad a una enfermedad a la que, a pesar de todo, todavía cuesta normalizar socialmente: "En estos dos meses he advertido que en las salas de espera de Oncología casi nadie habla, que las pruebas importantes suelen practicarse en sótanos y que la humanización de los protocolos urge para que los pacientes puedan amortiguar su dolor con un poco de belleza. El cáncer -en un 66%- se cura, aunque te conduzca al borde de la vida. Sí, ves sus confines, la que podría ser la última vez de todo, pero también apela a tu dignidad como ser mortal. Lo he compartido con pocos, gracias familia y núcleo duro por aligerarme el miedo. El cáncer es una palabra a la que tenemos que darle la vuelta, y en esto estoy y estamos muchas, empujando para lograrlo. Mi pensamiento está con todas aquellas que siguen en tratamiento".