Los avances tecnológicos hacen que cada vez pueda diagnosticar enfermedades graves de manera certera con técnicas poco o nada invasivas. El cáncer de mama es una de las enfermedades beneficiadas por estos avances. Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma Bionand) están desarrollando una nueva metodología no invasiva para la detección temprana del cáncer de mama con una única muestra de sangre.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Unicaja, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, la Alianza Roche-Andalucía y la Asociación Española Contra el Cáncer, está liderado por el investigador Iñaki Comino-Méndez, Premio de Investigación Carmen Lavigne 2019 y 2020 , y por Emilio Alba, jefe de servicio de la Unidad de Gestión Clínica Oncología Intercentros de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, catedrático de la Universidad de Málaga, director científico del Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (Cimes) e investigador responsable del grupo 'CIMO 1. Además, ambos trabajan en el Centro de Investigación Biomédica en Red en Cáncer (Ciberonc), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III (Isciii).
Los investigadores han logrado desarrollar una nueva metodología de análisis del ADN mediante secuenciación masiva que permite la detección de presencia del ADN liberado por las células tumorales a la sangre. En el estudio se han analizado muestras de sangre de 75 pacientes que presentaron mamografías con indicios de padecer cáncer de mama. Los resultados muestran que presentar una mutación tumoral detectable en sangre significa que esa paciente tiene un 86% de probabilidad de tener un tumor de mama.
Esta tecnología tiene la gran ventaja de no ser invasiva, permitiendo la obtención de una mayor información acerca del cáncer que mediante una biopsia convencional de la mama. Iñaki Comino-Méndez ha destacado en un comunicado que "se trata de una herramienta muy potente para la detección de tumores en individuos asintomáticos, y clave en la elección de la terapia más adecuada a cada paciente. Además, será muy importante para los pacientes gracias a su capacidad de detección precoz de la enfermedad y su consecuente tratamiento temprano".
El cáncer de mama es el más prevalente en mujeres en todo el mundo. Además, ya es el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón, según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer.
Hasta la fecha, las mamografías son las únicas herramientas que permiten llevar a cabo programas de detección precoz. Solo cuando se detectan imágenes anómalas, se realiza la biopsia de mama. El nuevo método de diagnóstico a través de un análisis de sangre, denominado biopsia líquida, representa una alternativa a a los métodos diagnósticos actuales. Entre otras ventajas, entraña menos riesgos, es más cómoda para el paciente y también es más eficaz en cuanto que permite diagnosticar en etapas más tempranas, algo fundamental para la curación de la enfermedad.