El consumo de drogas está muy presente en la sociedad y, quizá, no se habla lo suficiente de ello. Ahora un estudio del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (EMCDDA), ha analizado las aguas residuales unas 100 ciudades de 21 países de Europa con el objetivo de trazar un mapa sobre los hábitos de consumo de la población, descubriendo rastros de cocaína, cannabis, MDMA, ketamina, anfetaminas o metanfetaminas en prácticamente todas las ciudades que entraron en el estudio. ¿Dónde se consumen más drogas? ¿Hay diferencias en los hábitos entre las diferentes ciudades? La investigación consigue arrojar luz sobre todo ello.
“Las muestras de aguas residuales pueden contar historias reveladoras sobre la vida de una comunidad y pueden proporcionar una advertencia temprana de amenazas emergentes para la salud. Los hallazgos de 104 ciudades pintan una imagen de un problema de drogas que es extenso y complejo, con las seis sustancias detectadas en casi todos los lugares. La vigilancia de las aguas residuales nos brinda una visión cada vez mayor de la dinámica del uso y suministro de drogas. También nos alienta su creciente potencial para identificar y evaluar iniciativas de políticas y respuestas de salud pública localizadas”, ha señalado Alexis Goosdeel, director del EMCDDA.
Las muestras fueron recogidas entre marzo y abril de 2022, buscando biomarcadores en la orina de la sustancia primaria para las anfetaminas, metanfetaminas, ketamina y MDMA, mientras que para la cocaína y el cannabis lo analizado fueron los principales metabolitos urinarios, sustancias que produce el organismo cando descompone la droga.
Con los resultados en la mano, no todos los hábitos son iguales en todas las ciudades europeas que han sido analizadas. En el caso de la cocaína, se descubrió un gran consumo en las ciudades del sur y del oeste de Europa, en especial en España, Portugal, Bélgica y Países Bajos. Por ejemplo, la media en Tarragona fue de 1.600 miligramos al día por cada 1.000 habitantes. Tras la ciudad catalana, en España el ranking lo sigue Lleida, Valencia, Barcelona y Castellón, todas ellas dentro del top 20 donde más residuos de cocaína se encontró. No obstante, el podio se lo lleva Amberes, en Bélgica.
Precisamente sobre el consumo de cocaína han señalado que a partir de 2016 se ha observado un aumento en el consumo en la mayoría de las ciudades, observando como la carga de metabolitos fue mayor durante los fines de semana.
En cambio, cuando hablamos de metanfetamina, la mayor concentración de residuos se localiza en el este de Europa, principalmente en Chequia y Eslovaquia. No obstante, la tendencia empieza a cambiar, teniendo cada vez más presencia en España, Chipre o Bélgica. Este aumento de consumo, además del incremento de su producción, está alertando EMCDDA.
En el caso de la ketamina, es la primera vez que se analiza en Europa, con Barcelona a la cabeza del ranking, aunque los niveles registrado aún son bajos, ligados al consumo recreativo. Por su parte, el cannabis continúa siendo la droga más consumida del continente, sobre todo en países del sur, como España, Portugal y Países Bajos, donde también se ha detectado un aumento en el consumo de MDMA. Por si lado, en cuanto a anfetaminas, las cargas más altas están en el norte y en los países del este.