La mayor causa de muerte del mundo es la enfermedad coronaria, responsable del 16% del total de fallecimientos. Se dice a menudo que el corazón no avisa, que solo se expresa cuando el problema ya es irresoluble. No es del todo cierto: sabemos que un estilo de vida basado en el sedentarismo, la mala alimentación y un descanso inadecuado, además de hábitos como el tabaco o el alcohol inciden en la enfermedad cardiovascular.
Pero, además, hay otras señales, a veces incluso relacionadas con trastornos físicos, que están directamente vinculadas con las patologías del corazón, como explica en este post de Instagram el nutricionista Néstor Sánchez Férez (@nestorregenera).
Según explica en su post, los ataques al corazón son la primera causa de muerte entre los hombres en el mundo occidental. El experto avisa de que, aunque parezca que llegan sin previo aviso, la verdad es que existen diversos signos clínicos que nos pueden dar la alerta: problemas de erección, elevados niveles de ácido úrico y alteración de estados emocionales.
Puede ser la primera señal de advertencia de enfermedad del corazón. En los hombres diagnosticados con disfunción eréctil, por lo general, es bueno realizar exámenes para verificar que dicha afección no sea el síntoma de alguna cardiopatía. Si se descubre una afección cardíaca, el tratamiento de dicho trastorno puede ayudar a revertir la disfunción eréctil.
La conexión entre la disfunción eréctil y la cardiopatía se da por la llamada ateroesclerosis, un endurecimiento de las arterias por la acumulación de placa dentro de las arterias. Cuando la placa empieza a acumularse, las primeras arterias en obstruirse son las más pequeñas, entre ellas, las del pene. La placa reduce el flujo sanguíneo hacia el pene y dificulta la erección. Además de los problemas cardíacos, la ateroesclerosis también aumenta el riesgo de sufrir otros problemas de salud graves, tales como aneurismas, accidentes cerebrovasculares y arteriopatía periférica.
El aumento del ácido úrico en sangre (hiperuricemia) es responsable de los problemas asociados al depósito de cristales de urato en las articulaciones (gota) o en el riñón (litiasis renal). La hiperuricemia también se encuentra en relación con la hipertensión, la insuficiencia renal y la enfermedad cardiovascular.
Además, extensos estudios epidemiológicos han demostrado que la hiperuricemia también está asociada con un agravamiento de la enfermerad de las arterias coronarias, con resultado de infarto de miocardio y angina de pecho.
La salud mental está estrechamente relacionada con la enfermedad cardiovascular. Los pacientes con diagnóstico establecido de depresión o ansiedad tienen un riesgo cuatro veces mayor de presentar problemas en el corazón o los vasos sanguíneos. Además, el estrés es claramente un detonante de infarto agudo al miocardio o espasmo coronario; es decir, estrechamiento temporal y súbito de una de las arterias coronarias que suministran sangre y oxígeno a ese órgano.
Por últio, la llamada enfermedad del 'corazón roto' es una afección causada a menudo por situaciones estresantes que puede derivar en insuficiencia cardiaca. Si no se trata, la insuficiencia cardiaca puede llevar al colapso de todo el sistema circulatorio, además de empeorar la calidad de vida de los pacientes.