La búsqueda de la juventud es uno de los grandes objetivos de la ciencia. No tanto en la estética, más bien en nuestra salud, en mantenernos jóvenes y vitales lo máximo posible y frenar el envejecimiento. Ahora, un equipo de científicos estadounidenses ha investigado una proteína en animales que parece ayudar a que el cerebro no envejezca tan rápido, la proteína klotho. Esta está relacionada con la longevidad ya que, según el estudio desarrollado, logró mejorar la función cognitiva y rejuvenecer el cerebro en monos ancianos con una sola dosis. Te contamos todo sobre el klotho.
La investigación, publicada en Nature Aging, concisa en que realizaron el proceso con monos de 22 años, lo que equivaldría a unos 65 años en edad humana y que, tras los resultados obtenidos, podrían estar ante un importante avance en cuanto a tratamientos rejuvenecedores para la función cerebral y en tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.
Los expertos de la Universidad de Yale y de la Universidad de California en San Francisco realizaron una serie de pruebas cognitivas sobre los animales basándose en juegos de memoria espacial en el que estudiaban si eran capaces de recordar donde dejaron las golosinas. Aquellos que recibieron la proteína klotho mejoraron sus capacidades cognitivas en un 65%, un 20% más que los que no la recibieron.
La proteína klotho permite la liberación de las hormonas que cuentan con un efecto rejuvenecedor dentro de nuestro cuerpo. Esta es secretada especialmente por el riñón y las paratiroides y, antes de este estudio, en otro a se había demostrado en ratones su potencia cognitiva y como alarga la vida.
“Se han relacionado variantes genéticas en el gen klotho con el envejecimiento humano, y se ha demostrado que la proteína klotho es un factor circulante detectable en suero que disminuye con la edad. Desde esta perspectiva, klotho podría ser un factor importante para mejorar estas funciones y ser un componente crítico en el envejecimiento”, indicó Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Además, explica que los niveles de klotho, que disminuyen con la edad, “aumentan en la sangre después de realizar ejercicio aeróbico”. Por ello, cree que “el ejercicio físico puede ser una alternativa para contrarrestar los efectos del envejecimiento. Sin embargo, todavía se desconoce cuál sería la concentración fisiológica óptima” y habría que estudiar cuál es el margen terapéutico correcto para la mejora cognitiva en humanos, para lo que son necesarios más estudios.