“Si el fentanilo hubiera estado tan fácilmente disponible en la calle como lo está hoy, yo estaría muerta”. Con estas palabras la actriz Jamie Lee Curtis ejemplifica la gravedad que representa en la actualidad esta droga que está haciendo estragos en Estados Unidos provocando unas 2.000 muertes a la semana en el país y convirtiéndose en la principal causa de muerte no natural entre los estadounidenses de entre 18 y 45 años. ¿Por qué este auge ahora? ¿Cómo está la situación en España?
Empecemos por el principio. El fentanilo es un opioide sintético desarrollado en los años 50 en Bélgica para reducir los dolores de los pacientes con cáncer con un efecto entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Por eso desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan que hay dos tipos, el farmacéutico, recetado por especialistas para tratar dolores intensos, y el que se fabrica ilegalmente para su consumo como droga, tanto en líquido como en polvo o en forma de pastilla.
Según expone el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, los principales efectos del fentanilo sobre las personas son el aletargamiento o la felicidad extrema, pero también náuseas, depresión respiratoria, pérdida del conocimiento e incluso la muerte tras una sobredosis para la que simplemente hacen falta dos miligramos de fentanilo.
La realidad es que los estragos del fentanilo comenzaron en los años 90. Entonces las farmacéuticas comenzaron una campaña de marketing con las entonces revolucionarias pastillas llamadas Oxycontin, un fármaco que acababa con el dolor y no enganchaba. O eso dijeron.
Sin embargo, cuando la oferta decayó, la realidad es que detrás había miles de adictos que demandaban una dosis que no encontraban y terminaban recurriendo a la heroína. La llamada epidemia de los opiáceos. Pero ¿por qué este auge ahora?
Sobre 2014 muchos empezaron a cortar sustancias, como la cocaína, con fentanilo. Esto hizo que muchos empezasen a engancharse y a crear una dependencia a algo que no sabían qué era porque ni siquiera sabían que lo estaban consumiendo. Realmente toman otras drogas a las que se les ha agregado fentanilo sin tener la menor idea de que contiene esta sustancia. Y entonces llegó la pandemia del coronavirus.
Durante el 2020 las muertes por sobredosis superaron las 91.000, en 2021 ya eran más de 106.000, todo por unos confinamientos que terminaron agravando la situación de adicción de muchas personas que luchaban contra ella y convirtiendo al fentanilo en una de las drogas más potentes del mundo después de que en 2022 tres cuartas partes de las muertes por sobredosis estén producidas por esta sustancia.
Por el momento en España no se ha dado la voz de alarma, aunque sí que el consumo de fentanilo se ha disparado, ya que en 2022 el porcentaje de personas que habían consumido al menos una vez esta droga era del 14%. Además, en España la prescripción de fármacos que contengan fentanilo solo está indicado para el tratamiento de dolor de gran intensidad oncológico en adultos y no todas las farmacias pueden dispensar estos medicamentos y las que lo hacen deben llevar un registro de pacientes y de las unidades vendidas. En todo caso, su uso como droga recreativa en España se encuentra en niveles prácticamente marginales por los controles que existen desde el sistema sanitario.