Pocas cosas hay más refrescantes durante el verano que un buen baño en el mar. Tras un rato tostándote al sol entrar en el agua del mar, aunque parece que cada vez está más caliente, sienta a las mil maravillas y sales del agua como si estuvieras revitalizado. Además, y como probablemente hayas escuchado en alguna ocasión, el agua del mar tiene beneficios, tanto físicos como mentales, para nuestra salud. ¿Sabes cuáles son? Te contamos todo lo bueno y también lo que hay que evitar. ç
El agua del mar nos ayuda a algo que buscamos especialmente durante las vacaciones: a relajarnos, ya que favorece la producción de serotonina y, por tanto, vamos a encontrarnos de mejor humor y vamos a lograr, por fin, descansar mucho mejor, por no hablar de su efecto frente a la ansiedad y el estrés. Pero sus beneficios van más allá de lo psicológico.
Nuestra piel va a agradecer, y mucho, sumergirse en el agua salada, ya que junto a la arena, que actúa como exfoliante, va a suavizarla. Eso sin contar con que la circulación de nuestros pies irá mejor, así como la cicatrización de las heridas. También es ideal para reforzar nuestra musculatura fortaleciendo el aparato locomotor, el sistema linfático y el venoso.
Siguiendo en la línea de la salud, el agua de mar es ideal para aliviar la congestión nasal cuando la mucosidad se apodera de nosotros ayudando a liberar nuestra nariz y a mejorar la respiración, De ahí que muchos sprays nasales utilicen su fórmula.
Y como todo, también hay que tener precaución, pues si el agua está sucia o contaminada puede crear alteraciones e infecciones en nuestra piel, especialmente cuando tenemos alguna herida abierta, además de infecciones de oído.
También hay que hablar de los supuestos beneficios que tiene beber agua de mar que en los últimos años se han ido popularizando. Pero esos beneficios no son ciertos, la realidad es que el agua de mar nos deshidrata y tenemos más posibilidades de sufrir enfermedades o infecciones, pues no ha pasado por ningún control de potabilización ni desinfección.