La esperanza de vida ha aumentado extraordinariamente en las últimas décadas y se espera que siga aumentando de forma drástica en lo próximos años. Algunos estudios sitúan el límite de longevidad en los 150 años, pero también es cierto que vivir más tiempo no tiene por qué implicar vivir bien. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) introdujo otro indicador, la esperanza de vida saludable (HALE), es decir, una existencia saludable y satisfactoria, y cuya media en la UE se sitúa en los 75 años.
En ese sentido, un estudio realizado en el Centro de Investigación Gerontológica de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) ha revelado que el bienestar mental de las personas mayores ha mejorado considerablemente en los últimos 30 años.
El estudio, publicado en la revista 'Journal of Aging and Health', es muy interesante porque compara los síntomas depresivos y la satisfacción general con la vida entre personas de la misma edad en diferentes momentos históricos. Concretamente, confronta medidas entre 500 personas de 75 y 80 años de la actualidad con los de los mismos grupos de edad en la década de 1990. No hay muchos estudios que hayan usado las mismas pruebas en hombres y mujeres de la misma edad separados por 28 años.
Los participantes llevaron a cabo las mismas pruebas físicas y mentales que se practicaron en aquel primer estudio de los años 90, con la misma metodología. Los investigadores descubrieron que las personas de 75 y 80 años de hoy día muestran mejoras significativas en la fuerza de agarre, la velocidad al caminar y la exhalación forzada.
“En nuestras comparaciones anteriores, descubrimos que las personas mayores de hoy tienen un funcionamiento físico y cognitivo significativamente mejor a la misma edad en comparación con las personas nacidas antes”, comenta Taina Rantanen, de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud y coautora del trabajo.
La investigación también concluyó que nuestros mayores actualmente tienen menos síntomas depresivos que sus contrapartidas de la década de 1990, según los resultados, que fueron muy similares tanto para hombres como para mujeres. ¿A qué se debe esta mejora? El estudio lo asocia al estado de salud percibido, un mayor nivel de actividad física y a un nivel educativo más alto de los sujetos.
Cada vez son más los estudios que relacionan una buena salud cognitiva a medida que envejecemos con estar activo intelectualmente, no solo practicando la lectura, sino también participando en juegos de mesa o videojuegos, y con el ejercicio físico. "Los resultados pueden ser exclusivos de Finlandia, sin embargo, es probable que puedan generalizarse a otros países que han experimentado cambios sociales similares durante los últimos 100 años", consideran los autores.
Sin embargo, algunos investigadores advierten de que el incremento de estilos de vida sedentarios y de la obesidad en nuestra sociedad podría tener efectos adversos en las generaciones de mayores del futuro.