El consumo de opiáceos en EE UU lleva ya años en niveles de epidemia y está totalmente descontrolada. No solo causa unas 2.000 muertes a la semana en ese país sino que ya es la principal causa de muerte no natural entre los estadounidenses de entre 18 y 45 años. Ante semejantes cifras las autoridades han tenido que liberar la venta de una medicamento conocido como naloxona (Narcan es el nombre comercial más usado) y ahora se vende en farmacias de todo el país, pero incluso se puede encontrar en máquinas expendedoras ubicadas en 'zonas calientes' de consumo.
Para muchos es el crimen perfecto: los grandes capitales de las farmacéuticas influyen en políticos e instituciones sanitarias para que se receten opiáceos contra el dolor (como el Oxycontin o el Vicodin), los famosos "pain killers', durante los noventa y causan la epidemia: cientos de miles de personas quedan enganchadas y se vuelven adictas. Treinta años más tarde, con un escenario completamente fuera de control, las farmacéuticas proveen no la cura, pero sí un antídoto contra las sobredosis.
"La aprobación de hoy del aerosol nasal de naloxona de venta libre ayudará a mejorar el acceso, aumentará la cantidad de lugares donde está disponible y ayudará a reducir las muertes por sobredosis de opioides en todo el país. Alentamos al fabricante a que haga de la accesibilidad al producto una prioridad, haciéndolo disponible lo antes posible y a un precio asequible", informó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en un comunicado.
La naloxona es un medicamento en forma de spray que revierte rápidamente una sobredosis de opioides al bloquear sus efectos. Simplemente se pone el dispensador en la nariz del sujeto, y se presiona para liberar la sustancia. La naloxona puede restablecer en 2 a 3 minutos la respiración normal de una persona cuya respiración disminuyó, o hasta se detuvo, como resultado de una sobredosis. En el caso de sustancias como el fentanilo se puede requerir más de una dosis. La naloxona es fácil de usar y de llevar y se recomienda que la tengan a mano tanto las personas consumidoras (adictas) como las personas del entorno, ya que estas pueden también salvarle la vida en caso de pérdida total del conocimiento. Por supuesto, lo primero que se recomienda es llamar de inmediato a los servicios de emergencia.
Solo en Los Angeles se evitaron 8.277 fallecimientos en 2022, según datos de Los Angeles Community Health Project, y 4.274 en el transcurso de 2023. En España los servicios sanitarios son los que utilizan la naloxona para revertir casos de sobredosis y hay una corriente de opinión profesional y popular que recomienda que se dispense libremente a los adictos.