Cada cierto tiempo aparece alguna noticia sobre un estudio que afirma que una copa de vino o una cerveza son buenas para la salud. Sin embargo, se trata de estudios que siempre se han cogido con pinzas y que los especialistas han puesto en duda porque, en su opinión, el consumo de alcohol no es saludable, pero que, de hacerlo, debe ser un consumo moderado para evitar que cause enfermedades crónicas graves.
El dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario Aitor Sánchez García ha valorado en X (antes Twitter) una publicación del ministerio de Sanidad sobre una entrevista a Pedro Gullón, director de Salud Pública, en la que reconoce que siguen “teniendo mensajes de que está recomendado un par de copas al día para el corazón. Sabemos que no es cierto”.
“Puede que llegue tarde, puede que no sea de la forma más contundente, pero qué importante es que desde el ministerio de Sanidad se aclare que ni el vino ni el alcohol tienen beneficios cardiosaludables ni para la salud. Avanzamos, lentamente, pero avanzamos”, exponía Sánchez García en redes sociales.
Desde la Fundación Española del Corazón también apuntan que el “consumo mantenido y excesivo puede dañar el corazón porque el alcohol es un tóxico para el músculo cardiaco, puede llegar a debilitar el corazón y causar una enfermedad denominada miocardiopatía dilatada, provocando en el paciente síntomas de insuficiencia cardiaca”, añadiendo que hay arritmias cardiacas relacionadas con el consumo excesivo, como la fibrilación muscular.
Además, sostienen que lo mejor para evitar cualquier problema es la abstención de alcohol en todas sus formas, incluso en el consumo en pequeñas cantidades, eliminando por completo un factor de riesgo no solo para el corazón, sino para la salud en general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara ante el consumo de alcohol, señalando que es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos, por no hablar de que cada año se producen tres millones de muertes en todo el mundo por el consumo nocivo de bebidas alcohólicas.
Desde la OMS son claros exponiendo los peligros del consumo excesivo de alcohol, subrayando la relación causal que existe al provocar determinados trastornos mentales y comportamentales, sumado a traumatismos y enfermedades no transmisibles.
Entre los principales problemas que provoca el alcohol en el organismo, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos están varios tipos de cáncer, como el de hígado o colon, así como sangrado de estómago o esófago, inflamación y daños en el páncreas, daño en el páncreas, o problemas cardíacos y de la presión arterial.