Desde 2009 España ha sido siempre el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, posición que solo perdió en 2020 y ocupó Irlanda, año en el que estalló la pandemia provocada por la covid-19 y que ocasionó miles de muertes en España y en el resto del mundo. A pesar de ello, la calidad de vida, los hábitos y la dieta mediterránea han colocado a nuestro país como uno de los más longevos del mundo, incluso los últimos datos sobre esperanza de vida colocan a una región española como la más longeva de toda Europa.
La esperanza de vida en la Unión Europea ha crecido en los últimos años tras la pandemia según datos de Eurostat, con 80’6 años de media en 2022, lo que significa 0’5 años más en 2021, pero en 0’7 años menos que en 2019, cuando mayor esperanza de vida se alcanzó en el continente con 81’3 años.
De esta manera, con los datos de 2022 en la mano, España es el país con mayor esperanza de vida con 83’2 años de media, seguido muy de cerca por Suecia (83’1) e Italia y Luxemburgo (82’7 los dos países). En cambio, en la parte baja de la tabla está Bulgaria (74’2), Letonia (74’5) y Rumanía (75’1).
Por su parte, España también lidera la lista de las regiones más longevas del continente, con la Comunidad de Madrid a la cabeza, ya que según destaca el informe se vive de media 85’8 años, a la que le siguen la provincia italiana Trento (84’4) y la región francesa de Isla de Francia (84’1).
Así queda el ranking de esperanza de vida de las regiones más longevas de toda la Unión Europea:
A colación de estos datos, también se subraya que más allá de diferencias en la esperanza de vida entre regiones y países, destacan la existente entre hombres y mujeres, pues ellas viven mucho más que los varones, registrando una esperanza de vida 5’4 superior. En el caso concreto de España, las mujeres tienen una esperanza de vida de 85’5 años frente a los 80’5 de los hombres.
Las claves de las regiones con mayor longevidad, las conocidas como ‘blue zones’ son varias, entre ellas la alimentación, pues lo que comemos influye en gran medida en nuestra salud, por eso en esas zonas la dieta suele basarse en productos naturales y de temporada con elaboraciones caseras o de la gastronomía tradicional. Gracias a este tipo de alimentación los habitantes reciben en su organismo un correcto aporte de vitaminas, minerales y otros nutrientes.
No obstante, un truco que suelen seguir es que durante las comidas no se llenan del todo, sino que se quedan al 80%, evitando los empachos y el picoteo entre horas, que ya sabemos que es uno de los grandes enemigos para el peso.
En cuanto a su bienestar físico, no lo basan en acudir recurrentemente al gimnasio, que probablemente vayan, pero ponen el foco en mantenerse activos durante todo el día para evitar caer en una vida sedentaria y así mantener una buena calidad de vida.