Tony Wyss-Coray, neurólogo: "Con un análisis de sangre podremos saber de qué morirás"
El neurólogo Tony Wyss-Coray ha creado un sistema que puede datar la edad de los órganos y, por tanto, su 'fecha de caducidad'
Los picos de envejecimiento se afilan con el paso de los años, pero en torno a los 40 se da un pico mayor que en otras edades, aunque no se sabe por qué
Calcula cuál es tu edad biológica y sabrás cuánto vas a vivir
"Podremos hacerte un análisis de sangre y saber de qué morirás", afirma en El País el neurólogo Tony Wyss-Coray. El experto, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, atesora años de investigación sobre la capacidad regeneradora de algunos componentes de la sangre. Su principal innovación es que ha creado un sistema que puede datar la edad de los órganos y, por tanto, su funcionalidad y su 'fecha de caducidad' probable; es decir, cuándo puede producirse la muerte.
Edad cronológica vs. edad biológica
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Desde hace años se sabe que puede haber una discrepancia en la edad cronológica (la que marca el DNI) y la biológica, la que apunta el estado de los órganos. Puede haber personas de 60 años con un hígado de 80 o de 40, según su genética o su estilo de vida. Hoy también se sabe que el estilo de vida puede ayudar en un 70% a ganar años de vida, pero también a perderlos si no es saludable.
Las enfermedades son el otro marcador de longevidad y diagnosticarlas a tiempo, en una fase muy inicial, es la mejor manera de superarlas o cronificarlas. En este sentido, las investigaciones de Wyss-Coray son muy valiosas. Sus resultados están enfocados en describir estas correlaciones entre los perfiles que aparecen en la sangre y el riesgo de padecer determinadas enfermedades o de tener edades funcionales que no corresponden a la edad cronológica.
Envejecer en distintas etapas
Otro de los puntos interesantes de estas investigaciones es que demuestran que no envejecemos de manera lineal, sino a tramos. Para ello, se examinaron cientos de miles de perfiles de proteínas en la sangre relacionadas con el envejecimiento de pacientes sanos.
El análisis explica que los picos de envejecimiento, evidentemente, se afilan con el paso de los años, pero en torno a los 40 se da un pico mayor que en otras edades, aunque no se sabe por qué. Dicho de otra manera, el envejecimiento no es acumulativo y progresivo, sino que se distribuye en distintas etapas.
La buena noticia es que con este tipo de análisis puede intervenirse en órganos concretos, antes de que aparezcan las enfermedades que probablemente serían fatales para la salud.
El mensaje de la sangre
El reto al que se enfrenta ahora Wyss-Coray y su equipo es determinar los componentes que realmente intervienen en el envejecimiento para saber cómo tratarlos y cómo pueden aplicarse en una terapia médica. No es tan sencillo cómo hacer una transfusión de sangre de un paciente sano a otro enfermo.
Es poco probable que la combinación de proteínas sanguíneas que es buena para un individuo lo sea para otro; se trata de un 'cóctel' personal e intransferible en el que aún queda mucho por investigar para poder dar con la molécula que nos permita rejuvenecer el cerebro y el resto de órganos. En el caso del cerebro, se ha observado que este órgano parece revitalizarse cuando la persona recibe una transfusión, pero aún no hay resultados concluyentes.
Pese a ello, los expertos sostienen que este tipo de investigaciones son muy valiosas porque abren una senda de investigación compleja, aunque prometedora. El Big Data y la Inteligencia Artificial pueden ser, en este sentido, herramientas muy valiosas para saber interpretar de manera certera los nuevos datos.