Aparte de la copa que acredita a España como campeona de la Eurocopa, otra imagen ha dado la vuelta al mundo: la de Lamine Yamal, el jugador revelación de tan solo 17 años, mostrando una sonrisa con ortodoncia.
Aunque los aparatos de ortodoncia se ponen fundamentalmente en la infancia y adolescencia, cada vez más mayores optan por esta manera de reordenar los dientes. Con una esperanza de vida en torno a los 85 años, a los 50 hay tiempo de sobra para corregir cualquier defecto bucodental. De ahí que, en cualquiera de sus variantes, ya sean bracketts visibles o alineadores invisibles, los senior se animen con entusiasmo a mostrar su mejor sonrisa.
Aunque en el imaginario colectivo está más vinculada a su función estética, la ortodoncia es un tratamiento con importantes efectos en la salud bucodental y en la general al corregir malposiciones dentales, como distintas clases de maloclusiones o el apiñamiento de los dientes, y también problemas de mandíbula, como disfunciones temporomandibulares. El riesgo de las maloclusiones dentales. La mala alineación de los dientes cuando la mandíbula está cerrada, conocida como maloclusión dental, puede tener efectos negativos en la salud bucodental y también en la calidad de vida de la persona. Desde fractura de dientes, mayor riesgo de padecer enfermedades periodontales y caries, hasta problemas en las articulaciones. De hecho, algunos pacientes desarrollan patologías como dolores musculares a causa de ella.
El 15% de la población española afirma necesitar una ortodoncia, según el Libro Blanco 2023 - Encuesta poblacional: la salud bucodental del Consejo General de Dentistas de España. Por tramos de edad, son las personas entre 18 y 35 años las que más responden necesitarla (20%), seguidas de aquellas entre 36 y 65 años (14%) y lejos de aquellas de 66 años y más (9%). Pero cuanto más joven, mejor. “Un tratamiento de ortodoncia se puede iniciar a partir de los seis años o a partir de la erupción del primer molar definitivo. En la etapa entre los seis y los12 años se produce el desarrollo de los huesos maxilares y, cuando estos están en crecimiento, aún se pueden moldear para lograr, por ejemplo, cambios sagitales y verticales en la mandíbula mediante ortodoncia interceptiva, lo que evita recurrir a procedimientos más drásticos o complicados en la edad adulta”, explica la doctora Setefilla Hernández, especialista en ortodoncia de Institutos Odontológicos.
En España, tanto mayores como jóvenes se muestran satisfechos con el tratamiento de ortodoncia, que valoran de media con un notable tanto en la modalidad con bracketts (7,7) como en la invisible (7,4), según una encuesta de la OCU.
La búsqueda de un mejor equilibrio entre salud y estética ha favorecido en los últimos años el auge de la ortodoncia invisible, que sustituye los bracketts metálicos por dispositivos casi imperceptibles como las férulas transparentes. De hecho, de acuerdo con el Barómetro de la Salud Bucodental en España 2024 de Institutos Odontológicos, en los últimos dos años casi el mismo porcentaje de pacientes han apostado por ella (5%) en comparación con la convencional (6%).
Las ventajas estéticas de la ortodoncia invisibles son claros, ¿pero funciona igual que la visible? Según la doctora Hernñandez, “la efectividad de un tratamiento de ortodoncia no depende del tipo de ortodoncia que se elige, sino de un diagnóstico correcto y de la técnica adecuada de una persona profesional”. Esto es relevante teniendo en cuenta que en redes sociales proliferan tratamientos ortodónticos caseros sin supervisión médica, lo que está provocando casos de pérdida de dientes y empeoramientos de la maloclusión dental.
Más allá de la invisible, otra alternativa a la ortodoncia convencional es la lingual, en la que también se usan los bracketts, aunque colocados en la cara interna del diente para que no sean visibles. “Es una elección puramente estética y está demostrado que la ortodoncia lingual es mucho más incómoda y dificulta el acceso tanto al paciente cuando se limpia los dientes como al profesional cuando realiza el seguimiento”, opina la experta.
Un tratamiento ortodóntico se extiende a lo largo de varios meses y durante él son diversas las recomendaciones de los especialistas para garantizar su eficacia. En el caso de las personas mayores, la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEdO) asegura que el consumo de tabaco prolonga el tiempo necesario para completar el tratamiento e incluso puede comprometer la estabilidad del resultado a largo plazo.
Pero el aspecto primordial es mantener una buena higiene. “Los bracketts, las bandas y otros accesorios retienen la placa dental, lo que puede provocar gingivitis y desmineralización del esmalte, causando manchas blancas y caries”, advierte la doctora Hernández, que recomienda un cepillado dental después de cada comida y durante unos cuatro minutos, preferentemente con un cepillo eléctrico o con uno manual especial para ortodoncia, y pasta dental con flúor. Además, aconseja el uso diario de hilo dental y la introducción de irrigadores bucales, especialmente en la ortodoncia convencional.
Los especialistas también abogan por reducir o evitar el consumo de alimentos duros y pegajosos como dulces, frutos secos, manzanas enteras o chocolates, ya que pueden dañar la aparatología y someten a los dientes a movimientos bruscos.