Cómo saber cuánto vas a vivir solo con ver las fotos de tu graduación del instituto

Saber cuánto vamos a vivir es una pregunta que más de uno se ha hecho a lo largo de su vida. Mientras tanto, otros muchos no quieren ni saber el mínimo de dato de cuándo podrían morir, prefieren disfrutar de su vida sin conocer una fecha estimada de cuándo puede ser el fin. Obviamente eso es un dato complicado, por no decir imposible, de saber. Pero ¿y si la ciencia hubiese dado con un método de lo más sencillo para saber cuántos años se va a vivir?

Eso es lo que ha expuesto un estudio desarrollado por investigadores de Estados Unidos y que se ha publicado en la revista Social Science & Medicine en que relacionan la longevidad con el atractivo facial después de analizar las fotografías de la graduación del instituto de más de 8.000 adolescentes que terminaron la secundaria en década de los 50.

Tu atractivo adolescente y la longevidad

La investigación, dirigida por Connor Sheehan de la Universidad Estatal de Arizona, y por Daniel Hamermesh de la Universidad de Texas en Austin, utilizó a seis jueces masculinos y seis femeninos que evaluaron cómo de atractivas le parecían las más de 8.000 personas que aparecían en las fotografías de aquellos graduados de 1957. Para ello crearon seis categorías que iban de los más atractivos a los menos.

De esta manera, los resultados tras la evaluación sostenían que los que habían estado catalogados en la categoría de menos atractivos tenían un 16’8% más de probabilidad de haber muerto antes de 2022 frente a los que se encontraban en las cuatro categorías intermedias. Precisamente entre esos puestos intermedios y los más atractivos se encontró un dato curioso, pues su tasa de mortalidad no era muy diferente entre ellos.

“Aquellos cuya atractividad facial fue calificada en el sextil menos atractivo tenían un mayor riesgo de mortalidad a lo largo de su vida en comparación con aquellos calificados como promedio o altos”, explican los dos directores de la investigación que sí que puntualizaron que aquellos que eran más atractivos no tenían una gran ventaja en su longevidad con los que estaban en el promedio.

Sus limitaciones

No obstante, las limitaciones de la investigación son obvias y sus autores las conocen. Son muchos los factores que entran en juego, como los ingresos o la salud, que pueden afectar al atractivo facial y, por tanto, a la longevidad. Además, se trata de un estudio desarrollado en una sola zona geográfica, por lo que no puede establecer una relación causal directa, aunque sí que subraya como la salud y la longevidad están relacionados con la atractividad.

“Los científicos deberían investigar cómo el atractivo físico puede influir en otros procesos que estén relacionados con la salud y la longevidad”, concluyen los autores.