Lucir un rostro libre de imperfecciones es el objetivo de muchos hombres y mujeres, un objetivo que, al ir cumpliendo años, es más difícil de cumplir. Por eso, cualquier tratamiento que prometa erradicar los signos de la edad suele tener el éxito asegurado.
Los peelings son, desde hace tiempo, una de las herramientas más eficaces para restar años, pero no todos valen para todas las pieles. Y aunque prometan resultados espectaculares, no siempre podemos aplicarnos cualquier principio activo. No es una cuestión solo de estética, sino de salud. El mecanismo de cualquier peeling es liberar capas de la epidermis para que aflore una piel nueva, un proceso en el que pueden producirse complicaciones que no siempre se tienen en cuenta porque lo principal para el paciente es rejuvenecer.
En la carrera anti-envejecimiento, ha surgido con fuerza el peeling de fenol. Bien aplicado, siempre por profesionales médicos y en las dosis correctas, puede dar excelentes resultados, pero también comporta riesgos y contraindicaciones. Sobre la realidad de este procedimiento que hoy inunda las redes sociales hemos hablado con Beatriz Estébanez, médico estético de Clínica Menorca y especialista en peelings y tratamientos antiaging.
Empecemos por el principio: ¿qué es el fenol?
El fenol es un compuesto químico tóxico que se presenta como un líquido incoloro o de color amarillento. Se utiliza en cosmética en pequeñas concentraciones y en medicina estética en forma de peeling para mejorar el aspecto de la piel. Su acción consiste en eliminar las capas superficiales y medias de la piel para estimular la regeneración celular.
¿Se utiliza en distintas concentraciones?
Sí, hay diferentes concentraciones de fenol. Con una concentración baja, del 1 al 3% se utiliza en tratamientos superficiales, mejora la textura y el tono de la piel y elimina pequeñas manchas. Es el menos agresivo y la recuperación es rápida.
Con una concentración media, del 4 al 8% se utiliza en peelings medios y está indicado en arrugas de expresión, marcas de acné y manchas solares.
¿Y en la concentraciones más altas?
El fenol puro de concentración alta, más del 8%, se utiliza en peelings profundos para eliminar arrugas profundas, cicatrices marcadas, queratosis severa y fotoenvejecimiento extremo. Los resultados son notables y tiene gran efectividad, pero es muy agresivo y aumentan los riesgos de complicaciones. Dado su profundidad de acción, produce una respuesta inflamatoria considerable y requiere un tiempo de recuperación prolongado.
En Clínica Menorca no se utilizan las concentraciones altas, solo la baja para mejorar el tono y aspecto de la piel en todo el rostro y la media en áreas muy concretas del rostro, como la zona alrededor de los ojos o de los labios.
¿Cómo actúa en la piel un peeling de fenol?
El fenol penetra profundamente en la piel y provoca una coagulación controlada de las proteínas, lo que elimina las capas dañadas. Hay que tener en cuenta que es un tóxico que va a producir una descamación de la piel en las capas superficial y profunda. Por ello es importante realizar un examen de la piel y aplicarlo en la concentración necesaria. Es normal notar una sensación de calor o quemazón, así como enrojecimiento e inflamación. La piel se recuperará al cabo de una semana más o menos después de un descamado de la capa córnea. Todo ello implica que se realice el tratamiento exclusivamente en un centro médico autorizado y por un profesional cualificado.
¿Cómo es el protocolo correcto de un peeling de fenol?
Se realiza un historial médico del paciente para descartar cualquier patología renal, cardíaca, heridas por acné, etc. que impidan su aplicación. Es necesario preparar la piel semanas antes con cremas despigmentantes o retinoides. Antes de comenzar el procedimiento se limpia exhaustivamente la piel, se aplica anestesia tópica, sedación ligera e incluso el más agresivo necesita anestesia general. Se protegen áreas sensibles como los ojos y los labios. Se aplica el producto con una brocha de forma uniforme en las áreas a tratar, observando en todo momento la reacción de la piel del paciente, ya que el tiempo de exposición es diferente en cada caso. Después se retira, se limpia la piel y se aplica una crema hidratante con filtro solar. Por lo general, se pauta un tratamiento domiciliario. Se debe evitar la exposición al sol durante varias semanas.
¿Cuáles son los riesgos?
Se pueden producir reacciones de hiperpigmentación postinflamatoria o, por el contrario, una hipopigmentación, así como darse casos de quemaduras leves o escaras que requerirán el tratamiento correspondiente.
¿Tiene alguna contraindicación?
Enfermedades cardíacas o renales, alteraciones hepáticas, piel muy oscura por su riesgo elevado de hipopigmentación, propensión a desarrollar queloides, herpes activo o infecciones cutáneas.