Los primeros días del año tradicionalmente son campo abonado para la proliferación de catarros, gripes, covid y enfermedades respiratorias, pero en el arranque de 2025 otra patología infecciosa se está convirtiendo en protagonista: el norovirus. Raro es no conocer a alguien de nuestro entorno que no haya sufrido durante estas navidades los molestos síntomas del también conocido como 'virus del estómago'.
El norovirus es una de las principales causas de gastroenteritis aguda en todo el mundo y se transmite fácilmente, pudiendo generar brotes en espacios públicos como escuelas, hospitales, residencias de mayores y hoteles. Miles de personas han acudido a urgencias por episodios de diarrea, vómitos, dolor muscular y fiebre que aparecen de repente, sin señales previas, y que suelen durar entre 24 y 72 horas.
Su transmisión se produce principalmente por contacto directo con personas infectadas, el consumo de alimentos contaminados y la exposición a superficies o utensilios que han estado en contacto con el virus. Se debe tener especial cuidado con los mariscos porque se alimentan filtrando el agua. Dado que se encuentra en cantidades mínimas en las heces, es suficiente con una pequeña cantidad de virus para causar la enfermedad, lo que facilita su difusión en entornos con alta concentración de personas.
La mayoría de los enfermos no necesitan tratamiento específico porque, además, no existe. La principal recomendación de las autoridades sanitarias es beber mucho líquido. Sí que hay que prestar atención a las personas vulnerables, es decir, niños, personas mayores y enfermos crónicos. Especialmente porque los vómitos y la diarrea pueden causarles deshidratación.
El norovirus es muy resistente a factores ambientales adversos, incluyendo temperaturas elevadas y soluciones de limpieza comunes. Puede sobrevivir en superficies durante varios días y multiplicarse con facilidad, por lo que en aquellos lugares donde se han producido brotes es normal que sean cerrados temporalmente para realizar una desinfección exhaustiva.
Después de la pandemia del Covid-19, ya tenemos muy asimilados una serie de hábitos higiénicos que nos pueden servir para combatir el norovirus. El lavado frecuente de manos o el uso de gel hidroalcohólico ayudan a evitar el contagio. Estas son algunas recomendaciones sanitarias: