La anosmia (pérdida de ofalto) es uno de las consecuencias más comunes de contraer la COVID-19. 8 de cada 10 personas pierden el olfato y el gusto después de haberse contagiado, según un estudio publicado en abril en la European Archives of Oto-Rhino-Laringology. Y surge una pregunta inevitable, que hasta hoy no tenía respuesta: ¿cuándo lo voy a recuperar? Los resultados preliminares de un estudio sugieren que se podría recuperar a los dos meses desde la fecha del contagio.
El servicio de Neurología de HM hospitales asevera, a raíz del mencionado estudio, que el 90% de los pacientes afectados por COVID-19 con anosmia recuperan la función del olfato antes de 60 días. A través de una muestra de 61 pacientes del hospital, se ha descubierto que un 10% no lo recupera aun cuando han pasado seis meses desde su infección por coronavirus.
La neuróloga Cristina Guijarro, encargada de recopilar los datos, explica que el tiempo medio de aparición de la anosmia fue de "tres días" y la duración media, de unos 23. Sin embargo, también afirma que "en el 23% de los pacientes la anosmia duró entre 30 y 60 días y en el 10% más de 60 días". El problema, aduce, es que "este 10% persiste con hiposmia (reducción parcial de la capacidad de percibir olores) seis meses después".
Los resultados recogidos por Guijarro señalan, por tanto, que la gran mayoría de los pacientes recuperan de una forma precoz el sentido del olfato. Sin embargo, preocupa la hiposmia persistente en el mencionado 10 % de los pacientes después de 60 días, alcanzando en ocasiones los seis meses de duración.
Otras evidencias importantes del estudio explican que, al igual que otras infecciones por virus respiratorios, pueden llegar a quedar secuelas de alteración del olfato de forma crónica. "Neurológicamente hablando, la anosmia es muy molesta y discapacitante y a nivel profesional puede limitar mucho", alerta Guijarro.
"No oler puede hacer que no te des cuenta de olores peligrosos como el de productos químicos o gas. La anosmia se acompaña de alteración del gusto y no poder disfrutar de la comida empobrrece la existencia", subraya la experta. Porque tal y como indica la encargada de interpretar y recoger los datos, "nuestros recuerdos con más componente emocional van asociados a olores".
Las autoras del estudio señalan la importancia de establecer la anosmia como marcador clínico precoz de la infección por SARS-CoV-2. "En las fases iniciales de la pandemia en España tenemos constancia de que gracias a considerar la anosmia como marcador precoz de la infección, 18 sanitarios puedieron confinarse y prevenir la difusión", explican.
El tratamiento más recomendado hasta la fecha es la administración de corticoides tópicos nasales y el entrenamiento olfatorio posterior, una vez superados los cuadros clínicos más graves de la enfermedad y haber dejado atrás el coronavirus.