Aunque siempre suele asociarse a los niños, la prevalencia del asma en los adultos españoles (5 % en 2019, según el Hospital Quirónsalud de Córdoba) es igualmente preocupante. Y si a esto le sumamos una hipotética infección por COVID-19, -que en sus cuadros clínicos más graves presenta falta de aire o sensación de ahogamiento- la cosa se pone seria. Desde el inicio de la pandemia, esta ha sido la mayor preocupación de los asmáticos: contagiarse y tener asegurada una difícil estancia en las Unidades de Cuidados Intensivos. Sin embargo, parece demostrado que sufrir esta enfermedad en sus grados más moderados no supone un mayor riesgo frente al coronavirus.
Son los resultados de la primera reunión virtual de las áreas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que realizó un repaso a las publicaciones sobre el asma a nivel mundial, poniendo atención en las relacionadas con la COVID-19 pero también en aquellas que no tienen que ver con la pandemia.
Y, como comentamos, existe cierto consenso al afirmar que el asma no empeora el pronóstico de los pacientes covid. "En el último año, se han publicado más de 1.000 artículos científicos (...). Entre las conclusiones de estas guías se constata que las personas que padecen asma no grave no parecen tener un mayor riesgo de contraer COVID-19 ni tampoco un mayor riesgo de contraer una infección grave de COVID-19, si el asma es leve o moderada y está bien controlada", aseguró la neumóloga María Auxiliadora Romero Falcón.
Al mismo tiempo, Romero Falcón incidió en la necesidad de cumplir con la terapia de los pacientes asmásticos y reducir "el riesgo de exacerbaciones graves" para que esto sea así. Con respecto a la vacuna, algunas de las publicaciones actuales explican que no existe evidencia alguna que "desaconseje la vacunación frente al virus en los pacientes con asma". Sin embargo, sí estaría contraindicada en "pacientes con reacciones de anafilaxia previa a la vacuna".
Con motivo del Día Mundial del Asma, en Uppers recogimos algunos consejos de la SEPAR para prevenir los casos más graves de asma. El más importante sigue siendo eliminar el tabaco, tanto si se es fumador como si se trata de un fumador pasivo. A este respecto, avisan que "los asmáticos fumadores presentan síntomas más graves" en caso de padecer esta dolencia, que también prevalece sobre los adultos y no solo sobre los niños.
Y no se trata de cambiar a cigarrillos electrónicos. La SEPAR rechaza que sean mejores o más seguros que el tabaco en términos de largo plazo, por lo que la opción más inteligente -se tenga asma o no, aunque especialmente en el supuesto de que se padezca esta dolencia- es apartarse definitivamente del humo y protegerse, tanto a uno mismo como al entorno que nos rodea.