Poco a poco vamos escalando en la desescalada. Toda España empieza a desconfinarse y los primeros gestos de Nueva Normalidad comienzan en las viviendas y comunidades de propietarios. Pero hay un reducto que sigue en cuarentena y que probablemente lo esté durante un tiempo: el ascensor. Desde el gobierno central, comunidades autónomas, ayuntamientos, administradores de fincas y todo el sector insiste en mantener higiene y desinfección estrictas y máximo distanciamiento social. E, incluso, evitarlo. Veamos por qué.
Los ascensores son 'lugares gratos' para gérmenes y microorganismos como el coronavirus. Normalmente en su interior hay superficies metálicas, contrachapados y espejos. Son fómites. Según recientes estudios, el Covid 19 puede sobrevivir en los metales y en los materiales plásticos hasta cinco días, y cuatro en cristales y espejos.
Pero si hay un lugar particularmente 'grato' para el virus son los botones con los que llamamos al ascensor. Un reciente estudio de la Universidad de Toronto analizó muestras de 120 botones de ascensor y 96 superficies de baño de tres hospitales canadienses. Los resultados mostraron que el 61% de los botones estaban infectados de patógenos, mientras que en los baños el porcentaje era considerablemente inferior (un 35%). La bacteria más común de las analizadas entonces fue la de estafilococo, seguida del estreptococo. Hoy sabemos que el coronavirus sería posiblemente uno de los hallazgos del estudio. Por esta razón es recomendable no tocar directamente los botones y, si es necesario hacerlo, lavarse inmediatamente después las manos.
El BOE del pasado 16 de mayo regulaba así el uso de los ascensores: "cuando en los centros, entidades, locales y establecimientos previstos en esta orden haya ascensor o montacargas, su uso se limitará al mínimo imprescindible y se utilizarán preferentemente las escaleras. Cuando sea necesario utilizarlos, la ocupación máxima de los mismos será de una persona, salvo que sea posible garantizar la separación de dos metros entre ellas, o en aquellos casos de personas que puedan precisar asistencia, en cuyo caso también se permitirá la utilización por su acompañante".
Sobre esta base, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos se han apresurado a legislar en sus ámbitos. Desde la Comunidad de Madrid, se recomienda la utilización individual, evitando el contacto con otros propietarios. Y siempre que sea posible, subir escaleras. Por su parte, el ayuntamiento de Madrid también recomienda el uso individual en insiste en la desinfección, al menos una vez al día, de la cabina y la botonera. Además, ante las salidas con niños, se aconseja su uso por un único grupo familiar (adulto y hasta tres niños).
Los administradores de fincas se han mostrado particularmente activos durante el confinamiento "para evitar situaciones innecesarias de contagio" y han publicado distintas recomendaciones en línea con las indicaciones del ministerio de Sanidad. Entre las pautas, los administradores recuerdan que tanto los vecinos como el personal que trabaja en las comunidades deben guardar una distancia mínima de un metro cuando coincidan en zonas comunes como portales o escaleras. En el caso concreto de los ascensores, recomiendan, al igual que ayuntamientos y comunidades, que sea utilizado por un solo vecino y evitar la coincidencia de usuarios, si no son de la misma unidad familiar.
Para concienciar a la ciudadanía y conocer cuál es la forma más segura de usar el ascensor, la Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) ha dado a conocer las medidas eficaces para evitar contagios en los ascensores. Entre ellas, destacan:
Todo indica que subir o bajar en ascensor va a ser algo que seguiremos vigilando en la Nueva Normalidad. Por este motivo, muchas empresas de ascensores o que se dedican al mantenimiento de ascensores ya están preparando alternativas. Algunas ya recomiendan usar dispensadores de productos para purificar y desinfectar el aire dentro del ascensor con el objetivo de eliminar el polvo, el humo, la contaminación y las partículas que puedan portar olores y virus y otros alérgenos.
También ofrecen sistemas para desinfectar las botoneras de la cabina mediante luz UV, que impide que los microorganismos se reproduzcan dañando su ácido nucleico. La desinfección por rayos Ultra Violeta no es un proceso químico por lo que no produce ningún residuo ni corrosión como con otros sistemas basados.
Lo más sofisticado es sustituir y modificar el software de la maniobra del ascensor para evitar que otros usuarios accedan a la cabina mientras otro usuario esté dentro. Esta modificación del software puede realizarse incluso a través de un dispositivo de acceso restringido, permitiendo que los conserjes o las personas que se designen en cada comunidad como responsables del ascensor puedan activar o desactivar el tipo de uso, ya sea individual o colectivo, si es que en algún momento lo permite la pandemia.