La variante ómicron nos ha transportado al pasado, a la época más oscura de la pandemia, ahora que poco a poco parecía que le estábamos ganado la batalla. Los países se preparan para que, en cuestión de semanas, sea la variante predominante en la mayoría de las regiones de occidente y establecen nuevas cuarentenas y medidas extraordinarias, como restricciones de viaje para contenerla el mayor tiempo posible y pasar, así, unas navidades tranquilas. Pese a que Angelique Coetzee, la primera doctora sudafricana que alertó de esta variante, asegura que ómicron produce síntomas leves, que incluyen una intensa fatiga, pero no la pérdida de gusto u olfato, y que no provoca hospitalizaciones, las farmacéuticas ya se han puesto manos a la obra para desarrollar vacunas resistentes a ella. Hablamos con César Carballo, urgenciólogo en el hospital Ramón y Cajal de Madrid para analizar esta nueva variante.
La falta de vacunación. Es el principal problema que existe en los países africanos. Hasta la fecha, solo dos de cada 100 personas están inmunizadas en el cono sur del continente y eso fomenta que sea precisamente en esas zonas donde aparecen las nuevas mutaciones. "A mí lo que más me preocupa es el gran agujero negro que hay en África. Ya avisamos de que si no se vacunaba podía pasar esto y ha pasado. Y, además, en el peor sitio porque es en una población con un 20% de prevalencia de VIH, es decir, inmunodeprimida, más todos los que están sin diagnosticar", explica el doctor.
Es precisamente en esta zona donde más mutaciones del virus han aparecido y eso, en palabras de Carballo no es casualidad como tampoco es una buena noticia, porque puede ocurrir en posteriores ocasiones. "Dos de las cinco variantes de preocupación han aparecido en Sudáfrica. Y esto es porque efectivamente, hay personas muy, muy deprimidas en las cuales el virus puede estar interactuando durante meses".
Ómicron no será la última variante de este virus, que está muy lejos de desaparecer. De momento, en poco más de 15 días ha sido capaz de convertirse en la predominante en un continente y se espera que así sea a nivel mundial. "Es un aviso muy serio de lo que puede pasar. No sabemos todavía bien cómo va a ser, pero por lo que nos dicen, por lo que nos llega, creo que va a ser muy mala. Desde luego no es una buena noticia que haya eliminado a delta en dos semanas, que pensábamos que era la gran variante de este coronavirus, lo más fuerte que podíamos ver”, avisa Carballo.
Una muestra de ello es que las farmacéuticas se han puesto manos a la obra para conseguir formular vacunas que sean capaces de bloquear a esta variante y que esperan tenerlas listas para los primeros meses de 2022. "Moderna, por ejemplo, ya ha dicho que está trabajando en ella porque, lo que parece evidente, es que ómicron es capaz de eludir, mucho más que el resto de las variantes, a la respuesta inmune de las vacunas".
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, quien ya ha señalado, a lo largo de los últimos días, su desacuerdo ante las prohibiciones de viajes al país impuestas a nivel internacional, denunciando que están sufriendo un "apartheid sanitario", ha pedido este fin de semana que se "reconsideren urgentemente" y se "levanten estas restricciones" ya que causarán un gran daño a la economía del país y del conjunto del África meridional.
"No creo que esté siendo la forma de hacerlo, estamos dando una imagen nefasta y lo que va a provocar es que si hay otra variante que surja allí, el país decida callarse, no hacer bien las cosas. Ahora ellos han seguido el procedimiento, han avisado y secuenciando el virus, y la respuesta que están recibiendo es esta: el aislamiento total. Es el problema de que en unos países nos estemos poniendo las terceras dosis y, en otros, no esté vacunado ni el 2% de la población, es una muy mala política global", concluye el médico.