A vueltas con la cepa británica del coronavirus, a la viróloga del CSIC Margarita del Val no le queda ninguna duda: "este virus muta poco, y lo importante es protegernos más ahora, pero porque es la peor temporada debido al frío". Hablamos con ella para que nos ponga al día sobre cómo ve desde el punto de vista científico y humano la situación actual y vaticina que los próximos meses van a ser de los más duros que vamos a vivir en lo que ella ha bautizado como "los años de la pandemia".
Resulta impactante escuchar de primeras que este es "un virus facilón", pero Margarita del Val tiene claro que así ha sido a la hora de encontrar vacunas contra él. Prueba de ello es que, en menos de un año, ya hay dos en el mercado y las que están por llegar.
"Algo de premio nos merecíamos", nos dice. "No ha habido casi incidencias a la hora de hacer las vacunas, y hemos visto que es un virus que muta poco. Crea sus variantes, pero es lo normal, porque la variación es intrínseca a la vida. Los humanos, por ejemplo, no somos la mitad que hemos recibido de mamá y de papá, sino que en ese paso ha habido una serie de mutaciones que han generado variabilidad. Si no, seríamos todos completamente iguales. Gracias a que somos distintos podemos sobrevivir como especie".
En un entorno global, han sido multitud de variantes del virus las que ya han pasado por España. Según Del Val, la predominante en un primer momento en nuestro país fue la cepa que llegó de China. "Después, en verano, en Europa no había casos hasta que apareció la cepa española que se desarrolló en Huesca y Lleida para extenderse por todo el continente. A continuación pasó lo mismo con la francesa, que se hizo la dominante y exactamente igual ocurre ahora con la británica", nos cuenta.
Sin embargo, por el momento, "en España solo del 1 al 5% de los casos es por la cepa británica", dice, y lo que es más complicado es "saber si se transmite más porque es una nueva variante o por el comportamiento humano". Por eso, según la científica, lo importante no es que sea una cepa u otra, "sino protegernos más ahora, estar más contenidos, porque es la peor temporada debido al frío. Al final, si realmente se contagia más, lo que hay que cambiar son las medidas para no contagiarse tanto", explica.
No son pocos los virólogos que en los últimos días están llamando a un confinamiento "corto pero duro". Margarita del Val difiere de esta opinión creciente. "Las medidas a nivel de gestores se me escapan. Veo claro que hay que reducir todo lo posible el contacto social, lo máximo. Tenemos por delante unos meses muy duros, que son los meses en los que toda la vida se incide con la gripe y ahora se ha aumentado con la covid".
A su juicio, tendría que haber diferencia entre el confinamiento que vivimos en marzo de 2020 a uno próximo. "Por entonces no sabíamos que estar al aire libre, en el parque, reducía la probabilidad de estar contagiado, pero según fue pasando el tiempo y vimos cómo influían los aerosoles en las infecciones nos dimos cuenta de que estábamos peor en espacios cerrados", explica.
Por eso mismo también recomienda que se usen mascarillas FFP2 en espacios cerrados, como ya han obligado en Alemania. "Antes llevaba la mascarilla quirúrgica en época de menos riesgo, pero ahora no me quito la FFP2, porque así no puede entrar el aire por los lados. La quirúrgica no te protege de los aerosoles en el aire. ¿Son más incómodas? Sí. Pero precisamente por eso son mejores. Igual habría que repartirlas gratis si la gente no las puede comprar", reflexiona.
Por último, Del Val ya en mayo de 2020 bautizó este periodo como "los años de la pandemia" y, por entonces, se veía como algo alocado que no ocurriría porque las vacunas nos quitarían el coronavirus de la noche a la mañana. Nada más lejos de la realidad.
"Soy capaz de imaginarme que ocurrirá de aquí al verano, pero no mucho más allá", nos confiesa. "Sé que habrá cinco meses más de investigación, y eso es muy importante; que el tiempo irá cada vez a mejor y que la campaña de vacunación irá llegando a mucha más gente" y, por eso, se muestra optimista con que en 2021 se de un salto importante contra el SARS-CoV-2.
"Pero claro", continúa, "estamos ahora hablando de incidencias de 1000 por cada 100.000 habitantes, y eso significa que 1 de cada 100 con los que te cruces por la calle está infectado, y eso es mucho. Si no haces una política activa de quedarte en casa, o no puedes, es muy difícil controlar esos contactos. Además, hay que tener en cuenta que esos son datos diagnosticados, porque seguro que hay muchos más sin diagnosticar", concluye.