Moshe Oren es el director del Centro Integrado de Cáncer Moross del Instituto Weizmann, algo así como el Mariano Barbacid de Israel. Su larga carrera profesional, tiene 73 años, se ha basado en el estudio del cáncer. La clonación de este, en 1983, fue el primer paso de la investigación que acabó revelando que el p53 no mutado es uno de los más potentes 'guardianes protectores' del organismo frente al cáncer. Por eso, la mayor parte de su carrera ha estado orientada a conocer su funcionamiento y explorar estrategias para usarlo en el tratamiento del cáncer.
Pese a que en las últimas décadas se han producido extraordinarios avances en terapia, diagnóstico y prevención, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En una reciente entrevista realizada por El País, Oren afirma que no hay forma de que haya una sola cura para el cáncer, debido a que hay muchas diferencias en el mismo tipo de cáncer entre distintos pacientes, pero también entre las células del tumor de un mismo paciente. Sin embargo, "creo que al final seremos capaces de utilizar un número limitado de tratamientos, asevera.
El problema de esta enfermedad es que no es solo una, es un espectro de enfermedades que requieren un aprendizaje profundo para intentar simplificarlas y aplicar un tratamiento. Ahí entra en juego el papel de la inteligencia artificial para intentar que el tratamiento del cáncer deje de ser, en gran parte, ensayo error y conseguir que sea eficaz sin unos costes excesivos. "Algunas de las terapias dirigidas contra el cáncer en el mercado no son costosas de producir, pero la investigación para desarrollarlas fue cara y las compañías quieren recuperar la inversión poniendo precios muy elevados. Creo que no es solo un asunto ético sino también legislativo", expone en la entrevista.
Sin embargo, por mucho que se avance en procesos que frenen la enfermedad, hay algo que no se puede detener: el envejecimiento, que, según el investigador, es la puerta de entrada a la enfermedad. "El mayor factor de riesgo para el cáncer es el envejecimiento La idea es que nuestro cuerpo y la evolución no nos preparó para vivir hasta los 80 o los 90 años. Nos preparó para vivir 30 o 40 años, producir la siguiente generación y desaparecer", apunta.
Es por esto, que comprender el envejecimiento y toda la investigación que rodea a este proceso natural va a ser muy importante para avanzar en la lucha contra la enfermedad, que el investigador cree que jamás conseguiremos erradicarlo. "El cáncer no es el cáncer, son muchos tipos de cáncer, así que no creo que lleguemos a acabar con él del todo. Pero es posible que lleguemos a una etapa en la que la mayor parte de pacientes de cáncer puedan llevar una vida normal, que se controle como una enfermedad crónica, como ahora hacemos con la gente que tiene hipertensión", concluye en las declaraciones a El País.