¿Por qué no deberías quitarte el pijama para dormir en verano?
Andrea de VivarMadrid
Pijama en invierno y en veranoketut subiyanto
Si dormimos mal porque el pijama no nos mantiene la temperatura, nos incordia o tenemos demasiado calor nos levantaremos con el pie izquierdo y afectará a nuestro día.
Para acertar a la hora de elegir la mejor ropa para dormir, conviene seguir una serie de consejos.
Sea como sea, la recomendación es, sin duda, la de no quitarse el pijama para dormir en verano. En Uppers te contamos los motivos.
Dependiendo del lugar en el que vivamos, dormir fresco en verano puede ser todo un reto. Tenemos en cuenta la ropa de cama y la ventilación de la habitación, pero la ropa que llevamos en el momento de ir a dormir es un aspecto también importante a tener en cuenta.
Es habitual encontrar personas que aseguran que prefieren dormir sin pijama, sin ninguna prenda para, según su criterio, sentirse más libres; pero hay que tener en cuenta que esta no es la alternativa más acertada, por lo que hay que entender los grandes beneficios de dormir con pijama. Ten en cuenta que dormir es una actividad esencial para el mantenimiento y desarrollo vital de las personas, y que supone hasta un tercio de la vida.
Aunque en los últimos tiempos, muchas han sido las voces que apuntan a un mayor beneficio de dormir sin pijama, lo cierto es que hacerlo protegidos por esa prenda de descanso acarrea mayores ventajas aún, de ahí que su uso no haya decaído tanto como parece en los hábitos de quienes quieren descansar correctamente.
5 ventajas por las que dormir con pijama
Comodidad: quizás sea una de las claves principales de esta tendencia, ya que los pijamas, ya sean de verano o de invierno, dependiendo de la estación en la que nos encontremos, son grandes aliados del confort de quien los porta.
Resguardo del frío: es muy habitual despertarse y percatarse de que tenemos alguna parte del cuerpo por fuera de la sábana o edredón, un hecho que puede conducir a una gripe o resfriado, por lo que la mejor forma de prevenirlo es contar con un pijama que nos proteja.
Mejor descanso: los dos aspectos anteriores procuran un descanso de mayor calidad, lo que repercutirá en un mejor rendimiento en la jornada posterior.
Reducción de estrés: como consecuencia de los anteriores puntos, se consigue una disminución de los problemas de estrés.
Higiene: ponerse el pijama puede suponer también una medida de higiene realmente infalible, ya que, tras una jornada de clases o trabajo en la que nos rodeamos de bacterias y otros agentes patógenos indeseados, puede ser una auténtica barrera para protegernos de ellos.
4 secretos a la hora de elegir un buen pijama
¿Con que pijama duermes tú en verano? Muchos deciden dormir desnudos o con ropa interior, pero si no te sientes cómodo, elige para el verano ropa ligera, suelta y cómoda para que las noches de calor veraniegas sean más llevaderas. Ya sean unos pantalones cortos, camiseta de manga corta, tirantes o camisón, el algodón es el material más adecuado para no pasar calor ya que mantiene esa sensación de frescor y respira durante toda la noche. Lo mismo ocurre con las sábanas, que siendo de 100% algodón garantizan mayor transpiración. Olvídate de las mezclas en los tejidos de la ropa de cama que te harán sudar más.
Comodidad. La comodidad del pijama es algo subjetivo y depende de cada una y sus gustos. Lo primero que hay que tener claro es si eres de pijama o de camisón. Una vez elegido saber si prefieres dormir con manga larga o corta; si prefieres pantalones largos, medios o cortos; la largura del camisón… todos estos factores son una elección personal porque hay personas que se sienten agobiadas con pantalones largos mientras que otras no pueden dormir son ellos.
Dentro de la comodidad puede ir también el tipo de material. Hay gente que por la delicadeza de su piel y para que no le pique al dormir solo puede comprar pijamas de algodón. El tipo de material varía dependiendo del gusto de las personas, pero hay algunos materiales que son más abrigados y otros que son más frescos. Si queremos dormir bien tenemos que adecuarnos a la temperatura de la temporada. A nadie le gusta despertarse por el frío o por el calor a mitad de la noche. Tenemos que valorar lo calientes o fríos que son si queremos dormir bien.
A la hora de elegir la talla del pijama hay que pensar que muchas nos movemos continuamente cuando dormimos y necesitamos que nos vaya perfecto o suelto para no despertarnos sintiendo que nos aprieta por algún lado. Tener acceso a una guía de tallas cerrada nos ayuda en la elección.
Muchas veces no se tiene en cuenta la textura del pijama, pero es crucial para dormir a gusto. Si el roce de la tela con tu piel te da dentera no vas a dormir en toda la noche. Si no te gusta el roce de la franela y te lo compras porque sabes que es abrigado seguirás sin dormir bien.