Los cambios que se están produciendo en el mundo requieren también de cambios en nuestro día a día. El calentamiento global o la sobrepoblación generan que tengamos que realizar ciertas variaciones en lo que respecta a nuestras rutinas, formas de actuar o de comportarnos. Uno de esos aspectos es el tema de alimentación, que se espera que, a mayor población y menores recursos y materias primas, habiendo muchas más bocas que alimentar, haya que establecer una nueva tendencia alimenticia.
Ahí es donde entra la ciencia y la investigación, pero también la apertura de mente de la sociedad occidental en torno a la alimentación que sí se hace en otros países del mundo. Ya la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha ido aprobando en estos años diferentes tipos de insectos para su consumo en España, como el gusano de harina, el grillo doméstico o las larvas de escarabajo.
Las cucarachas han sido más que investigadas y ya hace unos años se hizo un estudio sobre ellas, especialmente sobre un cristal de proteína ubicado en el intestino de estos insectos. Los expertos descubrieron que era cuatro veces más nutritivo que la leche de vaca, algo que algunos expertos piensan que podría ser clave en la alimentación del futuro.
De esta manera, han demostrado que la Diploptera punctata es un tipo de cucaracha vivípara que produce un tipo de líquido muy parecido a la leche que utiliza para amamantar a las crías. Los cristales de esa leche cuentan con proteínas, grasas y azúcares, un descubrimiento detrás de la secuencia de los genes responsables de la producción de ese líquido. Ordeñar a una cucaracha es, probablemente, bastante complicado.
Realmente las cucarachas, aunque las liguemos a la suciedad, que también, debemos recordar que en otras culturas y países del mundo sí que entran dentro de la dieta de sus habitantes como otros tantos insectos. No obstante, y pese a las investigaciones y avances, es bastante improbable que se llegue a comercializar este tipo de leche.
¿Por qué? Primero, porque con ordeñar un par de ellas ya llevarías prácticamente todo el día, por lo que lograr llenar bricks y bricks que comercializar y producir es algo prácticamente imposible. Así que, pese a sus posibles beneficios, parece que nos quedamos con la leche de toda la vida.