El campo de la alimentación es uno de los que más cambios y evoluciones ha ido experimentando a lo largo del tiempo. La dieta de hoy día tiene poco que ver con la de hace 50 años. Los avances científicos y tecnológicos han confirmado muchas creencias populares sobre la cocina al tiempo que ha desmontado muchos mitos, de modo que alimentos que tenían fama de saludables han dejado de serlo. Un estudio publicado en la revista científica British Medical Journal (BMJ) señala a uno en concreto muy típico de la cocina española que puede estar dañando tu páncreas sin que seas consciente.
Aunque algunas investigaciones pasadas ya han asociado el consumo habitual de este producto con la diabetes tipo 2, este nuevo estudio lo ha confirmado. Se trata del arroz blanco, uno de esos alimentos clásicos que no debería ser para todos los días, y menos si tenemos un estilo de vida sedentario.
Esta nueva investigación repasó hasta 19 publicaciones sobre los efectos en el páncreas del consumo de arroz blanco y arroz integral, llegando a un conclusión clara: "La ingesta de arroz blanco fue relacionada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, mientras que la ingesta de arroz integral se asoció a un riesgo menor".
La clave está tanto en que el arroz blanco es un cereal que ha sido refinado; es decir, que se ha eliminado la capa de salvado que lo recubre de manera natural. Esto se hace para darle un aspecto más blanco y para que sea más fácil de cocer, pero con este proceso se pierden algunas virtudes del alimento. Y no solo eso, ya que el mismo componente retirado es el que sirve para regular el índice glucémico, el cual, una vez procesado, se dispara.
Así, la ingesta de arroz provoca un notable aumento en la tasa de glucosa en sangre e insulina, lo cual afecta principalmente al órgano encargado de segregar esta hormona: el páncreas, que va perdiendo la capacidad de producir cantidades suficientes de esta sustancia y aumentan las probabilidades de sufrir una diabetes tipo 2.
Por esta razón los expertos recomiendan que elijamos siempre el arroz integral frente al blanco. Este alimento sí que conserva la capa de salvado y gracias a la fibra que contiene los azúcares del arroz van pasando a nuestro torrente sanguíneo de manera lenta y sostenida. La producción de insulina también se produce sin generar picos. Así, el arroz integral está asociado a un menor riesgo de padecer una diabetes.