Perder kilos de forma rápida, sin esfuerzo y sin hacer ejercicio. Es es lo que prometen las conocidas como dietas milagro que proliferan en redes sociales y grupos de Whatsapp. Pero por muy bien que suenen, muchas conllevan a medio y largo plazo evidentes riesgos para la salud: pérdida de masa muscular, deshidratación, daños hepáticos, renales o problemas cardiovasculares, entre otros. Cualquier dieta debería estar indicada por un profesional médico. En ese sentido, una de las dietas más populares de los últimos meses es la dieta del huevo duro. Pero ¿es de las saludables? Analizamos pros y contras.
Esta rutina, formulada por la autora norteamericana Arielle Chandler, se basa en comer huevo duro en las tres comidas principales que se hacen al día, el desayuno, al mediodía y en la cena. La clave está en acompañarlos de alimento bajos en calorías y carbohidratos y altos en proteínas, que son ideales para bajar peso.
Hay varia versiones, pero la propuesta de Chandler es desayunar dos huevos y una pieza de fruta, en la comida incluir otro huevo junto a proteínas sin grasas y verduras bajas en hidratos de carbono y cenar lo mismo. Según ella, se pueden perder hasta diez kilos en dos semanas.
¿Es una dieta equilibrada y saludable? No, no está recomendada por nutricionistas porque es muy baja en carbohidratos y aporta muy poca energía. Funciona para adelgazar a corto plazo porque se eliminan alimentos que no son saludables y que engordan, como la bollería, los embutidos y los dulces, pero se pierden también los nutrientes de alimentos importantes como, por ejemplo, las legumbres. Así que, a largo plazo, puede provocar pérdida de la masa muscular y favorecer carencias nutricionales.
Además, este tipo de dieta conlleva una bajada de ritmo en el metabolismo, por lo que llega un momento en que se hace más difícil quemar calorías y se produce el efecto rebote, recuperando fácilmente los kilos inicialmente perdidos.
En cualquier caso, el huevo duro también tiene efectos positivos. Se trata de un producto muy saciante y rico en vitaminas. Tiene un alto nivel de proteínas y cada uno de ellos incorpora una media de 150 calorías. Al ser cocido tampoco se añaden grasas, por lo que si te gusta el huevo y quieres comer ligero puedes seguir la dieta de dos días. Esta sería una propuesta de menú avalada por un nutricionista.
Desayuno. un huevo duro con medio aguacate y varias fresas.
Media mañana. un huevo duro y una rodaja de sandía.
Comida. Ensalada de pollo asado, huevo duro, brotes verdes, tomates cherry y semillas. De postre, yogur.
Merienda. Un melocotón y varios frutos secos.
Cena. Crema de calabacín sin nata ni patata y un huevo duro rallado. De postre, una infusión.