Hace ya casi doce años que Steve Jobs nos dejó, víctima de un cáncer de páncreas, pero sus enseñanzas aún permanecen con nosotros. El cofundador de Apple no solo dejó un enorme legado en el mundo de la tecnología, con inventos revolucionarios como el iPhone o el iPad, sino que su filosofía vital nos regaló valiosos consejos respecto a temas de liderazgo, proyección o medio ambiente que aún siguen siendo válidos.
Pese a haber alcanzado fama, riqueza y la admiración colectiva, el hecho de tener que convivir con una enfermedad terminal le hizo reflexionar a Jobs sobre dónde radicaba el verdadero éxito en la vida. "Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otros", dijo ante la promoción de la Universidad de Stanford en 2005, solo unos días después de que los médicos le diesen seis meses de vida, aunque luego fueron bastantes más.
En aquel discurso, Jobs animó a su audiencia a hacerse tres preguntas para medir la felicidad y cómo alcanzarla, tres preguntas con las que puedes saber si estás haciendo lo que debes con el tiempo que se te ha dado.
Un estudio de la Universidad Harvard concluía que aquellos que sentían que sus trabajos eran importantes y que estaban aportando cuantitativa y cualitativamente a la sociedad se definían a sí mismos como comprometidos y felices. Una idea similar manejaba Jobs cuando decía que no se debe estar pendiente de la vida de los demás, sino encontrar un sentido a la propia.
"Tienes que encontrar lo que amas. Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces", dijo el líder de Apple.
Esta es la pregunta que Jobs se hacía a a sí mismo cada día al levantarse después de que le diagnosticaran su enfermedad terminal. "Siempre que la respuesta ha sido 'No' durante demasiados días seguidos, sé que tengo que cambiar algo. Y si me hiciera esa misma pregunta todos los días durante esta etapa de mi vida y mi carrera, la respuesta sería un rotundo sí", explicó el CEO de Apple.
Si estás siendo fiel a ti mismo, puede ser difícil admitir que no estás viviendo la vida que quieres, pero es la única manera de girar hacia la búsqueda de algo nuevo.
El anuncio de que padecía un cáncer invirtió las prioridades del empresario. Desde ese momento, empezó a vivir cada día como si fuera el último. De la manera más significativa posible. Paradójicamente, la muerte acabó siendo "la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de la vida. Nuestros miedos, fracasos y nuestro orgullo se desvanecen ante la muerte, dejando solo lo que es verdaderamente importante", decía.
Todas las respuestas a estas preguntas son personales y la definición de la felicidad variará dependiendo de cada uno, pero para Jobs plantear estas cuestiones eran de gran ayuda para orientar a las personas en la búsqueda por ser felices.