A lo largo de los años se ha demostrado como los animales pueden ser de ayuda en el tratamiento de diversas enfermedades en el aspecto emocional. Y precisamente en eso es en lo que se basa un nuevo programa piloto del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid dirigido a los adolescentes que están ingresados en la unidad Infanto-Juvenil de Psiquiatría de la mano de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). En él, perros adiestrados servirán de apoyo para aliviar la sensación de aislamiento de los jóvenes.
El proyecto piloto de Intervenciones Asistidas con Animales, al que han llamado ‘Inspiradog’, se basa en que perros específicamente entrenados participen en actividades dirigidas en la recuperación de los jóvenes, siempre bajo la supervisión de los profesionales y en conjunto con psicólogos especializados y guías caninos.
Se trata de un programa terapéutico con un objetivo claro: mejorar la calidad de vida y la atención de los adolescentes que se encuentran ingresados. Con esta terapia pretenden aliviar la sensación de aislamiento que pueden sentir muchos de ellos, pero la presencia de los canes también favorece el que puedan recuperarse de sus problemas sociales y emocionales.
Además, también esperan que sirva de ayuda en la asimilación de aprendizajes de vida en los jóvenes a través de la mejora emocional con mayores expectativas y alternativas, tanto laborales como educativas, asociadas al mundo canino. Todo ello trabajando la vinculación de los pacientes con una primera conexión positiva con el perro, pero también con el trabajo en grupo para ahondar en las emociones, ahondando en el autocuidado, el autocontrol, la autoestima, o la reducción del estrés y de la ansiedad.
Inspiradog contará con dos sesiones semanales de una hora cada una que se desarrollarán hasta diciembre. Los pacientes estarán divididos en dos grupos de como máximo 10 personas de entre 12 y 18 años.
Los problemas de salud mental en los adolescentes no han dejado de crecer en los últimos años. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid señalaba hace unos meses como el 47% de los menores de entre 12 y 17 años ha sufrido síntomas de ansiedad o depresión después de la pandemia, además de que un 31’5% ha llegado a tener pensamientos suicidas.
Datos más que alarmantes, especialmente si no se trata adecuadamente cada problema, ya que los expertos estiman que entre un 40 y un 60% de los menores de edad con problemas mentales no reciben tratamiento.