La mala letra de los médicos es responsable de 7.000 muertes al año. La caligrafía poco legible de los doctores provoca confusiones tanto en los pacientes como en los farmacéuticos que pueden resultar mortales. Y sin embargo, tiene todo el sentido del mundo que los galenos escriban tan mal, puesto que ahora sabemos que una letra fea y que cuesta descifrar es señal de una inteligencia superior y de profundidad de pensamiento, según una investigación de la Universidad de Yale.
El estudio, publicado el 2018 en The American Journal of Psychology, concluyó que cuánto más inteligente se es, más rápido funciona el cerebro, lo que dificulta que la mano pueda mantener su ritmo, resultando en una escritura que puede parecer desordenada o defectuosa. Es decir, aquellos que escriben de manera imprecisa no lo hacen por elección, sino porque sus mentes avanzan más rápido de lo que sus manos pueden seguir.
A esta deducción se llegó tras analizar durante años las muestras caligráficas de niños con diferente coeficiente intelectual. Los que poseían mayor agilidad mental escribían peor porque estaban más preocupados por la calidad de la información que transmitían que por la estética de la escritura,, es decir, priorizaban el fondo sobre la forma. "Los niños con mala letra mostraban altas habilidades mentales y agilidad mental sobre el promedio. Para ellos era más importante la información que obtenían que esforzarse por una buena letra» afirmó Arnold L. Gesell , profesor de psicología en la Universidad de Yale.
Una característica clave de las personas inteligentes con mala caligrafía es que la ortografía siempre es correcta. No cometen faltas. ¿Significa esto que cualquier papel lleno de garabatos es la obra de un genio? No necesariamente. La grafología es una ciencia que puede llegar a conclusiones no exactas, pero sí indicadoras, como el común indicio de creatividad en las letras ilegibles.
Otro punto distinto es que se pueda estar perdiendo inteligencia y creatividad conforme dejamos de escribir a mano. Tampoco es así, pero los expertos consideran que la letra escrita a mano es mucho más reveladora de los procesos físicos y psicológicos que la artificialidad de escribir en un ordenador, donde las letras están prefijadas y se pierde la apariencia o el rasgo de la inteligencia. Así que si alguna vez has sentido vergüenza por tu escritura poco estética, la próxima vez que cojas papel y lápiz tal vez deberías recordar que las apariencias engañan.