La comunicación es algo básico a nivel social, con amigos, con hijos, con familiares, pero sobre todo con la pareja. La comunicación es básica en una relación, no obstante, cuando ya se lleva mucho tiempo, la conversación puede que se haya ido limitando y que, incluso, llegue a ser poco estimulante para uno o para los dos miembros.
En el inicio de una relación de pareja, hay muchos temas de conversación y sobre todo muy variados, además, es una época en la que escuchan con mucho interés lo que la otra persona cuenta y sabe. Sin embargo, cuando la pareja lleva años de convivencia hablan poco entre ellos. Muchas veces, la comunicación verbal en una pareja que lleva varios años de convivencia se reduce a información muy concreta sobre temas de organización doméstica o preocupaciones expresadas en forma de queja hacia el otro miembro de la pareja.
Es importante saber que la comunicación en la pareja cambia constantemente a lo largo de los años. Generalmente, las parejas que llevan muchos años juntas pueden pasar por etapas donde hay menos comunicación, debido a diferentes razones como por las etapas de evolución personal, momentos de desconexión, procesos de una de las partes de la pareja e incluso problemas matrimoniales, que además suelen tener la base en una mala comunicación.
Con el paso del tiempo, el enamoramiento y la pasión van dejando paso a la aparición de nuevas emociones como el amor y el cariño, y de unas normas que establecerán el futuro conjunto, compra de bienes, vida en común, formación de una familia, relaciones sociales conjuntas. Se construye así el compromiso, que es la decisión de permanecer en la relación pese a los problemas que vayan surgiendo, luchando con todas las fuerzas posibles para resolverlos, pero muchas veces no es tan sencillo si la comunicación falla.
Cada día son más las parejas mayores de 50 años que deciden comenzar un proceso de terapia con la finalidad de salvar la relación, de volver a reencontrarse, les une el apego y les separan las diferencias individuales. En la terapia se va a trabajar sobre las cuatro grandes esferas de la pareja: comunicación, ocio, amistad y sexo.
Claves para mejorar la comunicación con tu pareja
Conocer y tener control sobre nuestros sentimientos. Este es uno de los primeros pasos para tener una buena comunicación. En ocasiones damos por sentado obviedades y situaciones que solo ocurren en nuestra mente por lo que el otro no tiene por qué saberlas ni entenderlas. Expresar con palabras nuestros sentimientos son la base de una comunicación sana.
No pensar que siempre alguien debe tener razón. Es una cuestión de exponer sentimientos y ponerse en el lugar del otro, no subir acabar enfadado, la idea ex explicar lo que nos sucede y esperar el turno de palabra. No debemos pisar las reflexiones del otro.
En una discusión, no es uno contra el otro. Partiendo de la base de hablar las cosas, no se trata de uno contra el otro, sino los dos de la mano frente a un problema. Muchas parejas llegadas una discusión se consideran enemigos, ambos deben luchar contra el problema juntos, partiendo de la base de que no es personal.
Empatía. A pesar de que lo que el otro diga, nos duela o no estemos de acuerdo, hay que buscar un entendimiento. Los sentimientos de tu pareja son tan válidos como los tuyos. En la comunicación entre personas puede haber aspectos más o menos incómodos según las historias de cada uno. No hay mayor apoyo que el ser escuchado sin ser juzgados.
Comunicación efectiva. Es la base de las relaciones humanas, la comunicación efectiva está construida sobre la base de estos valores, sobre nuestras propias inquietudes tratadas con consideración por nosotros mismos y por los demás.
En el momento oportuno. Buscar el momento oportuno para hablar con nuestra pareja, especialmente si los temas que vamos a tratar son complicados o espinosos, es una auténtica virtud. Es mejor evitar las conversaciones intensas a última hora el día y tras un día duro de trabajo.
No siempre hay que contarlo todo. No debemos confundir mantener una comunicación fluida con tener que contar cada cosa que se nos pase por la cabeza. O exigir que la otra persona deba contaros absolutamente cada uno de sus pensamientos, quiera o no. Además de nuestra relación de pareja, somos individuos con nuestras particularidades. Una pareja debe ser un lugar seguro, no un entorno que se parezca más a un interrogatorio que a otra cosa. En ocasiones es mejor pensar las cosas con calma y comunicarlas, si procede, una vez han sido procesadas y sopesadas.