Uno de cada tres adolescentes en España hace un uso "problemático" de Internet y las redes sociales, según UNICEF. Una realidad que afecta prácticamente a la totalidad de hogares españoles y que genera un importante impacto en su bienestar, salud mental, convivencia e incluso satisfacción con la vida. De ahí que un grupo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya haya entrenado un algoritmo que busca ayudar a los psicólogos a diagnosticar posibles problemas mentales a través de lo que se publica en estas plataformas.
Pese a que las redes sociales son una buena herramienta para compartir vivencias y pensamientos, en muchas ocasiones actúan como mecanismos de defensa para nuestras carencias o necesidades. De acuerdo con la teoría de la elección de William Glasser, hay cinco necesidades básicas que se encuentran en los cimientos de todo comportamiento humano: la supervivencia, el poder, la libertad, la pertenencia y la diversión. Estas necesidades influyen en todos los aspectos de nuestra vida y la de nuestros hijos, hasta tal punto que también son determinante al elegir qué foto suben a su perfil de Instagram
"Cómo se muestran en las redes sociales puede proporcionar información útil sobre los comportamientos, las personalidades, las perspectivas, los motivos y las necesidades", apunta Mohammad Mahdi Dehshibi, el investigador principal del estudio. Durante cinco años, con su equipo, ha utilizado datos multimodales como fotos, texto, biografía o geolocalización y, apoyándose, en redes neuronales y bases de datos, ha entrenado un algoritmo para que identifique el contenido de las imágenes y textos, asignándoles distintas etiquetas propuestas por psicólogos.
Como es normal, cada elección de imagen y texto no se corresponde solo a una necesidad básica, de ahí que los investigadores pensasen en una opción multietiqueta. "Imaginemos que un chico sube una montaña en bici y, en la cima, puede elegir entre compartir un selfie o una imagen de grupo. Si elige el selfie, percibimos la necesidad de poder, pero, si elige la otra, podemos concluir que, además de la diversión, la persona busca la manera de satisfacer su necesidad de pertenencia", explica Dehshibi.
Además, resulta interesante otra de las conclusiones de la investigación y es que, entre los perfiles analizados, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, se puede concluir que los usuarios hispanohablantes son más propensos que los angloparlantes a mencionar los problemas sobre sus relaciones cuando se sienten deprimidos.
Esta investigación pretende ayudar a mejorar las medidas preventivas, desde la identificación del problema hasta la mejora de los tratamientos, cuando se ha diagnosticado a una persona con un trastorno mental.