La muerte de una madre siempre es dura. Es noticia la de Doña Ana, madre de Isabel Pantoja, pero muchos uppers han tenido que pasar por la dura prueba de despedirse de su progenitora. Centro de la educación emocional y de la memoria, su desaparición supone un duelo íntimo con características propias. Muchos que se han visto en esa dolorosa situación han tenido la sensación de que se les iba la raíz con su pasado. Sus recuerdos. Una experta en el tema, la psicóloga Iratxe López, aborda las características especiales de este proceso de despedida y da consejos para elaborarlo lo mejor posible.
La marcha de alguien querido no se supera; se aprende a convivir con ella. El duelo tiene algunas fases no siempre comunes a todo el mundo por la naturaleza distinta de las personas afectadas, pero sí puede afrontarse de una forma más o menos parecida.
Es posible que cueste en los primeros momentos, pero López recomienda hablarlo abiertamente con tus amigos. El olvido tampoco es la mejor manera de afrontarlo; tampoco hacer como si nada hubiera ocurrido, obviando cualquier recuerdo. Se trata de manejar esos pensamientos, no de sepultarlos.
Aceptar tus sentimientos es capital para que el duelo sea lo más sano posible. "Las personas experimentamos todo tipo de emociones después de la muerte de alguien cercano. La tristeza, la ira, la frustración e incluso el agotamiento son normales", escribe López en su web.
El duelo no tiene una duración limitada. Cada persona es un mundo a la hora de afrontar una situación de este tipo. Pueden ser semanas, pero también meses o incluso años. No tengas prisa por superar su marcha; sé paciente, no reniegues de su recuerdo, habla de ello, y de esta forma podrás afrontar de forma sana su pérdida.
Siempre es positivo, pero el bienestar físico también es sinónimo de paz mental. No dejes de practicar tu deporte favorito, sigue comiendo de forma saludable y equilibrada, continúa con tus aficiones y haz todo aquello que te hacía feliz antes. La normalidad volverá cuando menos te lo esperes.
Si el duelo es demasiado duro, algunas personas optan por deshacerse de todo aquello que les recuerda a ella y ahondar en el olvido más fuerte, pero esa actitud contribuye a la negación del hecho y no a su superación. A este respecto, la psicóloga recomienda el recuerdo y la celebración de su vida. "Puedes enmarcar fotos de momentos divertidos, plantar un árbol en su memoria, donar a una asociación o causa que le gustara...".