La pandemia llegó como una ola que lo arrasó todo, la forma de relacionarnos con otros cambió y gracias a la vacuna podemos volver poco a poco a la normalidad. Algo así pasó con las infidelidades, que entre los confinamientos, a las cuarentenas y el miedo al virus se vieron reducidas exponencialmente. Pero ahora, con más de un 40% de la población totalmente inmunizada, ¿cuál es la tendencia?
Según una reciente encuesta realizada por Gleeden, una app especializada en las relaciones extraconyugales, el 81% de los usuarios explican la importancia de sentirse seguros cuando mantienen este tipo de relaciones y el 71% lo hacen porque la mayoría de los usuarios ya están vacunados, al menos con una dosis. Hablamos con psicólogos sobre las infidelidades en la era post pandémica.
El gran reto que supuso el confinamiento para muchas parejas, así como el miedo y la prohibición de quedar con otra gente ha aumentado el deseo de explorar, conocer y probar cosas diferentes. "Cuando aparece una infidelidad se puede hablar de 2 razones principales. Por un lado, es la consecuencia del deterioro de la propia pareja: el aburrimiento, el hastío o la falta de atención por parte del otro miembro, el hecho de perder esa sensación que se tiene al principio de las relaciones y que engancha. Por otro lado, hay razones de índole personal o individual como pueden ser la necesidad del aumento de la autoestima, la propia satisfacción o el sentimiento de inconformidad", explica Luis Gómez Olmeda, psicólogo en TherapyChat.
Debido al encierro al coronavirus se han producido situaciones muy estresantes que hemos tenido que afrontar sin tener ningún tipo de vía de escape en el exterior. "Dentro de la pareja no todo es idílico y en los últimos meses han ganado peso las cosas negativas. Eso se ha juntado también al efecto novedad que tiene el conocer a alguien y que nos ha hecho poner en duda hasta qué punto se está perdiendo la emoción con la pareja o si el conflicto es normal. Hay que entender que una relación estable nos aporta mucho más que ese chute de energía. No es solo sexo, no es solo deseo y cuando eso no se entiende bien llega el problema. La pareja debe aportar compromiso confianza, tranquilidad", apunta Teresa Terol, psicóloga cognitivo conductual.
Más allá de la razón por la que alguien es infiel, hay que tener en cuenta que no todos consideran las mismas cosas una infidelidad y que, con el tiempo, están apareciendo nuevos conceptos de parejas que nada tienen que ver con el modelo tradicional que se tenía antaño. "Ahora hay muchos tipos de parejas de fórmulas de pareja: abiertas, cerradas, poliamorosas… es decir que podemos elegir qué vínculo hay, qué tipo de relación queremos y configurarlo en base a ello. Según nuestro tipo de pareja serán infidelidades unas cosas u otras, es muy personal, puede ir desde mandarse mensajes con un tercero, al sexo ocasional, tener citas…", reza Gómez Olmeda.
Desde que comenzó la pandemia, hemos reducido exponencialmente los contactos sociales y por lo tanto disminuyen las posibilidades de que haya intercambios afectivo sexuales con terceras personas. "No es que la vacuna fomente las infidelidades en sí, sino que es esperable que aumente las interacciones sociales y eso conlleve un aumento de la infidelidad, por una cuestión de probabilidad", nos cuenta Gómez Olmeda.
Es evidente que en el momento que nos exponemos a la sociedad, nos exponemos también a conocer personas y obviamente aumenta la probabilidad de que conozcamos a alguien que nos guste más que nuestra pareja, pero que es algo que tenemos que asumir desde el minuto cero que comienza una relación. "Tras la vacuna, llegará en el momento en el que nos relacionemos más y por lo tanto será más sencillo que aparezcan otras personas, que nos fijemos en los demás, es una simple cuestión de estímulos", aclara Terol.
Al hecho de retomar contactos sociales de forma más asidua, se debe sumar la época del año en la que nos encontramos. "Realmente el calor altera todo", asevera la experta. Hay estudios que demuestran que en verano las infidelidades se producen más. Esto se debe a que es un periodo vacacional en el que la gente tiene más tiempo libre, desconecta de la rutina y busca nuevas experiencias. Una reciente encuesta elaborada por el Instituto de Evolución Sexual (IES) de Milán, mostró que 4 de cada 5 personas traicionan más en verano y que, tras los meses estivales se registran el 33% de los divorcios de todo el año.