Javier Ruiz, sobre el aumento del precio de la vivienda: "Los constructores no quieren construir masivamente para no bajarlo"

Pese a las buenas noticias marcadas por la bajada de tipos de interés que afectan a las hipotecas, comprarse una casa es misión imposible. Como explica el periodista Javier Ruiz en 'Moneytalks', el mercado inmobiliario se está convirtiendo en una jungla que perjudica a los ciudadanos.

Prácticas abusivas y poca oferta

No todas las constructoras ni inmobiliarias lo hacen, pero sí hay otras cuyas exigencias son abusivas. "Para que los inquilinos pasen el cásting, se están generalizando prácticas invasivas e ilegales. Nos referimos a cobrar varios meses por adelantado o a pedir un listado de gastos, lo más invasivo que yo he visto. Son ilegales, pero si no se hacen, se pierde la casa", asegura Ruiz.

El otro gran problema es aumentar la oferta. "Estamos ante un juego de oferta y demanda. España necesitaría un parque de medio millón de viviendas anuales, pero no se está construyendo. Es un problema dramático porque se necesita una solución hoy y no va a llegar hasta pasado mañana porque se tarda un tiempo en edificar. Por otra parte, los constructores quieren construir, pero no masivamente porque los precios bajarían", explica el periodista.

La única salida para el experto es articular un pacto de estado sobre la vivienda. "Es hora de que tengamos conversaciones de mayores. Necesitamos el consenso del gobierno central y del gobierno autonómico. No se puede jugar al boicot porque la factura la pagamos nosotros. No podemos perder más tiempo porque estamos perdiendo una generación. Hay que construir vivienda a lo bestia y dejar de tirarnos el ladrillo a la cabeza", señala.

Reventar el mercado

Otro de los problemas que afecta al mercado inmobiliario es la especulación. "Existe un factor especulativo brutal. Hay grandes fondos que se están haciendo con viviendas para guardárselas para reventar el precio. Y lo tercero es que nos falta un parque de vivienda social. En España no hay las suficientes. En Austria, por ejemplo, gobernada por la ultraderecha, hay un 30% de vivienda social, 1 de cada 3 casas. En Holanda o en la ultraliberal Reino Unido, igual. Y cuando esto ocurre, los precios se estabilizan", concluye el periodista.