Javier Ruiz, sobre las horas extras impagadas: "Los reyes de la precariedad son los profesores"

  • En esta ocasión aborda las cifras que rodean a las horas extras no pagadas y señala cuáles son los sectores más afectados

  • Como cada semana en MoneyTalks, Javier Ruiz baja a tierra las noticias económicas más destacadas

  • “No seas mula de carga, sino poni de oficina”

Se cumplen cinco años desde que se impuso la obligatoriedad de registrar la jornada laboral y sin embargo las horas extras impagadas apenas han disminuido durante este tiempo. Como cada semana en 'MoneyTalks', Javier Ruiz aborda las cifras que explican esta '"plaga laboral", señala cuáles son los sectores más afectados y qué soluciones podrían acabar con este fraude.

En la actualidad se trabajan 6,3 millones de horas extras al año. Antes de la ley de registro eran 6,4 millones. Se han reducido un 1,5%. Es decir, que cinco años después de empezar a fichar la norma no sirve realmente para que curremos menos. Tenemos 419.000 empleados trabajando más de lo que les toca por contrato y sin cobrarlo.

6,3 horas extras a la semana cada uno

A día de hoy, el 48% de los trabajadores hacen horas de más que ni cobran ni son compensadas con días libres. Cada uno de nosotros hacemos 6,3 horas extras a la semana, lo que es una barbaridad, y encima impagada. Haciendo números, nos deberían subir la nómina unos 141 euros semanales, lo que a fin de año equivale a que deberíamos cobrar 7.370 euros más. Esos 6,3 millones de horas extra son 70.000 puestos de trabajo que se están ahorrando porque algunos hacen más de lo que fija el contrato y la nómina.

¿Y cuáles son los sectores más afectados por esta precariedad? Pues sorprendentemente los reyes de las horas extras son los profesores. Un 15,7% del global las hacen ellos. Hay 61.000 docentes trabajando mucho más de lo que fija su horario y el calendario escolar. Además, muchos de ellos no tienen vacaciones, lo que tienen es paro. Les echan a la calle en junio y los recontratan en septiembre, lo cual no solo es un fraude de ley, sino que supone una seria amenaza a la estabilidad de la base sobre la que se construye todo nuestro futuro.

Después de la docencia, los sectores más afectados son Industria y Construcción y después Hostelería y Comercio. De hecho, 37.000 camareros y 40.000 dependientes suman juntos una de cada cinco horas extras no pagadas en España. A todo ello hay que sumarle un problema de seguridad en el trabajo. La industria de manufacturas, que aglutina 281.000 horas extras impagadas, tiene también una tasa de mortalidad mayor que la media. Si te duermes en la obra, puedes morir. Si te duermes al volante, puedes matar a alguien. Tantas horas extra no solo repercuten en la calidad del trabajo, sino en la seguridad.

Más inspección y más sanciones

¿Qué soluciones hay a este problema? En primer lugar son necesarias más inspecciones. Y los expertos apuntan a que también se requiere una ley de verdad, con sanciones mucho más altas que las que se contemplan ahora. Una tan punitiva que no merezca la pena a la empresa seguir con este fraude. La cuestión es que no hay mayorías parlamentarias, ni Presupuestos, ni dinero público para cambiar esto.

La generación Upper se ha caracterizado toda la vida por echar horas de más en el trabajo sin protestar demasiado. Ha asumido una cultura que es un poco tóxica. Se ha dado por bien pagada con el salario emocional que suponen unas palmaditas en la espalda. Pero los más jóvenes no van en esa dirección. No es que les falte espíritu de trabajo, lo que les falta es nómina. Probablemente si les pagan las 12 horas las harían. Porque esto no es un hobby, es un trabajo remunerado. No se hace gratis. Y si no se paga no se debería hacer.

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