Javier Ruiz, sobre la economía de los cuidados: “Las mujeres están siendo estafadas”

Los cuidados de hijos, personas mayores, dependientes o con necesidades específicas en el hogar siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres, que son quienes terminan pagando la factura en sus carreras laborales. Como cada semana en 'MoneyTalks', Javier Ruiz pone cifras a la denominada economía de los cuidados, nos pone en contexto con otros países y nos sugiere qué medidas deberían tomarse.

Tenemos a toda una generación que se está dedicando a cuidar, primero a los hijos y luego a sus padres. Las todavía deficientes políticas de conciliación, el empleo precario, el retraso de la maternidad y la situación económica y social tras la pandemia está lastrando decisivamente a esta 'generación sándwich' a la que no se le está permitiendo su desarrollo profesional.

Cuando hablamos de economía de los cuidados nos referimos esencialmente a mujeres que cuidan y trabajan gratis, es decir a la cara B de la economía. Una labor sumergida y en negro que, al no cotizar, es un problema hoy también lo es mañana, cuando tengan que cobrar una pensión y esta sea una miseria.

Por traducirlo a números, el valor del PIB español se sitúa en 1.498.324 millones de euros, pero si tuviéramos que pagar a las mujeres que están en la economía de cuidados estaríamos hablando de otros 426.372 millones, haciendo un cálculo conservador, lo que prácticamente supondría aumentar la cifra un 26 o 28%.

Sí, la costumbre de cargar sobre los hombros de la mujer todo el trabajo del hogar se ha dado toda la vida, pero no tiene por qué seguir pasando. Es una injusticia total que los hombres puedan tener una carrera laboral absolutamente libre de cargas, mientras que las mujeres asumen cada vez más tareas domésticas. Y lo peor es que está yendo a peor. Desde el covid las mujeres están asumiendo cargas y cuidados que antes no, y el teletrabajo para ellos puede haber sido una liberación, pero ellas lo compaginan poniendo lavadoras y cuidando de los niños en casa.

La economía de los cuidados es femenina

La fotografía de la economía de los cuidados no deja lugar a dudas: es mayoritariamente femenina. Es la mujer quien se encarga de la limpieza del hogar, la alimentación, la ropa, o el cuidado de niños y mayores. Solo se equilibran algo más las cosas en los desplazamientos. Los hombres sí arriman más el hombro a la hora de llevar los niños al colegio, quizás porque históricamente han sido ellos quienes conducían.

Muy lejos de los países más igualitarios

También es triste comprobar que si nos comparamos con el resto del mundo nos llevamos la medalla de oro. La igualdad puede estar cada vez más cerca ahí fuera, pero no dentro de las casas españolas. Estamos lejísimos de países más igualitarios como Canadá o Alemania. Lo que tenemos se puede disfrazar de muchas formas, pero es una estafa a las mujeres. Y lo tenemos que arreglar, porque esta 'generación sándwich' que tiene ahora mismo entre 50 y 66 años va a ir envejeciendo y se convertirá a su vez en el problema que lastre a las generaciones venideras.

Esta cuestión, que parece ideológica, es simple y pura supervivencia económica. Estamos ante un problema que hay que poner sobre la mesa. Hay países que ya están estableciendo rentas para mujeres que tienen que quedarse en la casa, y esta es una medida que, como mínimo, habría que discutir, entendiendo que es cara y que va a costar dinero, pero que también es justa.

¿Cómo resolver esto?

¿Qué soluciones podrían empezar a implementarse ya? Yo diría que hay dos. En primer lugar, hay que atender y llenar esas lagunas en las cotizaciones de las mujeres que se producen cuando no trabajan porque están cuidando. Eso tiene que computar como trabajo para que cuando salgan del mercado laboral al final de sus carreras no tengan unas pensiones de miseria. El Ministerio de Seguridad Social ya ha empezado a llenar esas lagunas pero se puede hacer más.

Y en segundo lugar hay que empezar a pagar a la gente que hace este trabajo. Por muy informal que nos parezca, al final resta horas al resto de la vida laboral. Precisamente la UE nos interpela a arreglar esto. Para recibir sus fondos nos reclama un cambio del modelo de apoyos y cuidado, modernizar los servicios públicos, una nueva ley de protección de familias, sistemas de acogida humanitaria y prestaciones económicas no contributivas. Así que es vital reformar el sistema para que los cuidados no penalicen y salgan gratis. En el vídeo puedes ver la charla completa de 'MoneyTalks'.